Leído el 16, me ha gustado mucho este episodio, que cuenta con especial protagonismo de Catwoman. Por cierto, aquí Selina es rubia, no sé si siguiendo el aspecto de la serie animada o por algún motivo que ahora no consigo recordar. La historia gira en torno a una serie de robos relacionados con joyas felinas, o algo similar, achacados a Catwoman, pero en realidad son obra de un admirador suyo. Batman y Robin investigan de cerca mientras intenta averiguar quien es el responsable de los robos, que resulta ser un excéntrico ricachón que busca nuevos retos y tiene una no muy sana obsesión con Catwoman. Cabe destacar los ingeniosos diálogos de los protagonistas, así como la trepidante trama que nos conduce a un desenlace muy propio de Selina. Otro buen número de una serie que no defrauda.