He leído God Country.
Curiosa historia de divinidades, batallas, espadas y alzheimer. Es una mezcla entre Arrugas, La herencia de la ira y Green Latern. Con la obra de Aaron comparte mucho de ese drama familiar entre padres e hijos, aunque rápidamente deriva a otro tipo de historia. El arte bastante vistoso, pero el guion me ha parecido demasiado superficial. Quiero decir que no hay distintas capas de lectura, no hay una intrahistoria, ni significado, ni metanarrativa. Es lo que es, un viejo que se lía a espadazos, y punto. En ese sentido, esperaba que fuera más redonda, con más cuerpo, y que estableciera una relación entre la divinidad, la espada y la enfermedad. Pero no, no pasa de ahí, batallas y poderes. Lástima, porque creo que podría haber sido muchísimo más emocional y relevante.
Lo mejor, la página dobles de recuerdos de papá. Muy bonita.
Pasable, en definitiva, pero irónicamente, tratando de lo que trata, muy olvidable.