He leído
Darth Vader Nº 1-6.
Aunque me gustaría centrarme en la serie principal, me veo obligado a hacer un pequeño paréntesis para empezar este
spin-off protagonizado por uno de los principales y más carismáticos personajes de la saga, cuyo primer arco argumental está realizado por el guionista Kieron Gillen y el dibujante español Salvador Larroca. Me ha gustado mucho el trabajo de este tándem creativo. El guion me ha parecido bastante interesante, ya que tenemos un complemento perfecto a lo que sucede en la cabecera de Jason Aaron, tan bien coordinada que vemos como se repiten incluso algunas escenas, quedando ampliadas desde la perspectiva de Vader. Así, por ejemplo, conocemos más detalles de su investigación sobre Luke, así como los efectos que tiene sobre él el conocimiento de ello y el recuerdo del pasado. Por un momento había pensado que Aaron pasaba de puntillas por el tema, pero en realidad parece que se lo reservaba para que Gillen lo desarrollase aquí. Desde luego, no se puede negar que hay un muy buen coordinación entre ambas series, lo que me hace pensar que es casi obligatorio seguir ambas en paralelo, al menos en estos compases iniciales y hasta el
croosover.
Otro aspecto interesante es ver las consecuencias de la destrucción de la Estrella de la Muerte, algo que provoca que Vader caiga en desgracia a los ojos de Palpatine. De ese modo, el lord de los Sith traza sus propios planes para crear un ejército robot e intentar acabar con aquellos que pretenden ser su reemplazo. Aquí llama mucho la atención como el guionista plantea la posibilidad de que el domino de la Fuerza s cosa del pasado, y que el verdadero futuro se encuentra en la tecnología. Prácticamente es una especie de lucha de poder entre la religión y la ciencia, llevado a un escenario de ciencia ficción. Me gusta el concepto, y me parece interesante como la planta Gillen, sin perder de vista el tono propio de la saga. Además, tenemos el debut de la Doctora Aphra, un personaje muy interesante que se convierte en un importante aliado de Vader en su cruzada personal. Hacen una pareja de lo más curiosa, y también algo típica en el cine. Ella una parlanchina y el un silencioso. Sea como sea, hay cierta química entre ambos, que también tiene en común sus particulares habilidades con las máquinas. Este es un aspecto que solo se ha desarrollado con la época de Anakin,
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pero que me parece un buen aporte. tengo curiosidad de ver como va a continuar Gillen desarrollando las aventuras del lord de los Sith, en lo que parce ser un pequeño distanciamiento entre Vader y Palpatine.
Finalmente, tenemos en el apartado gráfico al español Salvador Larroca, que en los últimos tiempos no se puede decir que haya estado muy acertado. No obstante, se ve que esta serie encaja bien con sus impulsos creativos, porque realmente no tiene que buscar modelos en actores y actrices, sino que solo tiene que seguir las pautas de la saga fílmica. Me gusta su representación de Vader, al nivel de lo que hizo Cassaday en la serie hermana. En general, este primer arco argumental está muy bien dibujado, aunque se le nota cierta dejadez cuando tiene que crear un personaje nuevo. Aphra, por ejemplo, hay ocasiones en que no la define del todo bien, aunque es un diseño chulo. Después, tampoco se come mucho el coco con el resto de personajes, que podríamos decir que no son más que el reverso tenebroso de R2D2, C3Po y Chewbacca. Pero, bueno, creo que estamos de suerte, porque tenemos la mejor versión posible de Larroca, que ya es algo...