He leído El Green Lantern Nº 83/1.
Primer número de la etapa escrita por Grant Morrison, que cuenta con el dibujante Liam Sharp. Siendo totalmente honestos, para ser un nuevo punto de entrada, me he sentido bastante descolocado. Y no lo digo porque el escocés sea particularmente críptico, que no es el caso, sino porque me ha sorprendido ver a un Hal Jordan suspendido y con una novia que no recuerdo de nada ahora mismo. También me ha parecido un arranque bastante discreto, quizá porque el simple hecho de estar Morrison presente le crea a uno unas expectativas, algo que a mí personalmente me suele perjudicar en la experiencia lectora. Por otra parte, la serie tiene un tono clásico que me ha gustado mucho. He tenido la sensación de volver a finales de los ochenta, por estética y narrativa de la historia, con un Liam Sharp al que se le ven algunas carencias, pero que está a un mejor nivel que el que se le recuerda en los noventa. Hay viñetas francamente buenas, plagadas de detalles y con una buena combinación entre narrativa y espectacularidad. De hecho, creo que Sharp es el principal responsable de que este cómic transmita esa clara sensación de clásico.
Morrison, por su parte, nos deja una historia también de cierto corte ochentero, en la que vemos como una serie de problemas en la Galaxia propician que unos alienígenas lleguen a la Tierra, siendo su intervención decisiva para volver a los Green Lanterns Corps, siendo admitido por los Guardianes. Allí se plantea una nueva misión, en la que debe evitar la traición al cuerpo por parte de uno de sus compañeros, mientras los Blackstar preparan al Lantern de antimateria. Parece que el escocés no va a explorar el espectro cromático, sino que va a jugar más con conceptos propios de la ciencia ficción.
Mi sensación inicial es positiva, pero con algunas reservas. Morrison siempre es garantía de calidad, pero lo veo muy comedido a pesar que no termino de ver a donde pretende ir en este arranque de colección. Asimismo, el tono clásico de este número y el avance de lo que vendrá próximamente ne la página final me parece muy atractivo, y me hace pensar que Morrison quiere hacer algo con un sabor clásico y sin muchas complicaciones, pero también muy cercano a la ciencia ficción. Todo ello elementos que encajan muy bien con el personaje y su esencia. De momento, número entretenido, con cierto potencial y dibujo chulo, pero aunque esté Morrison, creo que no se puede valorar justamente hasta que veamos como se desarrolla un poco la serie en los próximos números.