Termino antes haciendo la lista de amigos, visto lo visto
Ya en serio (y sí, soy reiterativo): hay algo que la nueva franquicia con Holland no ha ofrecido ninguna otra, y es la capacidad de sorpresa que ha caracterizado siempre los cómics de Spiderman. En los cómics no había manera de ver venir que Osborn era el Duende Verde, que Miles Warren era el Chacal o que Gwen iba a palmar; de un número a otro un viejo amigo se podía destapar como un nuevo enemigo y cualquier cosa podía pasar.
Por muy bien que se hubiese hecho el Amazing Spiderman de Andrew Garfield, tú ves a Harry Osborn y sabes que va a ser el Duende, y ves a Emma Stone con las botas negras y el abrigo verde y sabes que Harry Osborn va a propiciar su muerte por
snap. Y por muy bien que hagan la escena de marras que tanto y tan bien defiende el buen Macca, nos la sabemos desde el trailer y vamos al cine a ver si les ha quedado bien. Eso, personalmente, me parece un tipo de consumo demcine de supers que no me gusta una mierda. Repito, personalmente.
Con la franquicia de Holland por lo pronto en la primera ha habido un momento (ya sabeis cual) que nos ha conseguido dejar con el culo torcido en el cine, porque creo que nadie lo veiamos venir. Leo comentarios sobre el trailer de la de Londres y la peña no sabe por dónde puede tirar la historia, ni siquiera si Misterio va a ser un villano al uso (que digo yo que lo será, joer). Podrían matar a la (joven y extraordinariamente buenorra) Tía May, o liar al colega
gordo curvy con la macizorra de clase, o destapar al profe de Freaks and Geeks como malo malísimo, o convertir a Betty Brant en novia de Holland y nos pillaría de sorpresa. Y eso, esa capacidad para ver una peli de Spiderman y dejar que te cuente una historia que desconoces de antemano, es impagable. Y puro Spiderman clásico, por muy moderno que lo quieran pintar.