Ya estamos viendo cómo afecta la carestía de papel y cartón para las cubiertas a la producción actual, que son los continuos retrasos que se están produciendo en la distribución de algunos títulos. Eso es que el problema toque de refilón.
Que toque de lleno es que no se pudiera imprimir ni hubiera previsión de hacerlo en un futuro más o menos cercano, o que el contenedor con los tomos que vienen desde Taiwan (este año no hay ninguno de esos) llegue con 3 ó 6 meses de retraso.
Como está sucediendo en otros sectores que mueven mucho, mucho, mucho más dinero que el de los cómics en España.