Pero sabéis de lo que hablo, ¿no?
Morrison-Hickman-Millar-Bendis llega a una editorial y dice:
"¡Tengo una idea bomba! Uno de los personajes principales traicionará al resto y matará a dos o tres. Se descubrirá que era un impostor y que el personaje real estaba atado, secuestrado en Siberia, por ejemplo". Y voy haciendo el tour; en X-Men lo hago con Bishop mismo, en Vengadores con Ojo de Halcón, en la JLA con Ciborg...
Es como la carta de presentación de una etapa. Y cuando la haces, menea los cimientos. Voy a descubrir la identidad secreta de Spider-Man, lo voy a cambiar por un villano, etc, etc.
Si Slott se va mañana a Batman, por ejemplo, y hace que Hugo Strange intercambie su mente con Bruce y se tira treinta números con el Superior Batman... ¿de verdad que no oiríamos queja? Hombre, sabemos que sí. Porque es reciclar directamente de una etapa a otra, de A a B.
Morrison en esos casos hizo lo mismo. Este es el boom; voy a hacerlo público todo, a tomar por culo. Y los fans
En ambas franquicias era algo inimaginable, en ambas se llevó a cabo, rueda de prensa incluida, de forma muy similar.
¿Los efectos distintos? Yo no lo veo así.
En ambas vimos a los X-Corps pateando culos en París, Moscú y otras ciudades. O a los Batmans en Japón, Australia, etc.
De hecho, hay muchos más paralelismos en esa etapa. En su día los fui recogiendo.
Por ejemplo, en ambas etapas el SUPERMALO, es un
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del que no se sabía nada (Cassandra Nova, Dr. Hurt).
Vamos, que sí, que Morrison se trajo más que los juguetes de su estancia en X-Men.