Trás el éxito de público de la anterior entrega, la secuela se presenta como película sin el efecto de una nueva batmania. Me da la sensación de que Burton tuvo mayor libertad y presenta una Gotham más gótica si cabe. El mayor acierto de nuevo es la caracterización con un sobresaliente para Catwoman y un perturbador Pinguino.
Si ya en la primera daba la sensación de darle mayor relevancia a Joker frente al propio Batman, en esta vuelve a repetirse la jugada dejándole en un segundo plano a favor de los dos villanos anteriores y del interpretado por Walken (que la verdad no lo entiendo necesario en la trama). Tirando de memoria recuerdo al trío de villanos, la oscuridad reinante durante gran parte del metraje y el vestuario de los secuaces. Es comprensible el cabreo de Keaton porque nuevamente queda relegado en la trama.
Creo recordar que tuvo un notable éxito en taquilla, pero intuyo que no llego al alto nivel de la primera. En todo caso, en cuanto a calidad, me parece inferior aunque solo sea porque la caracterización de Nicholson se comía a De Vito, Pfeiferr (por mucho que sirviera para alterar las hormonas del personal) y Walken.
Siendo generosos, le pongo un 7, 5.