Bueno, pues por fin finalizada la gargantuesca estancia de Aaron en Los vengadores. Lo ha hecho con un número especial en mi opinión no demasiado épico pero algo mejor que a lo que nos tiene acostumbrado.
Terminada esta etapa de más de 100 números entre la cole principal, los forever y los especiales me atrevería a decir que es la peor etapa de Los vengadores de toda la historia. Es cierto que hemos tenido etapas malas, como las de Kavanagh, lo de Liefeld en Reborn o la de Austen, pero estas al menos fueron cortas, no llegando ni a la docena de números. En cambio aquí en España hemos tenido que aguantar ¡53 números! que han sido un desproposito tras otro.
Al principio, yo mismo lo comenté, el asunto no me disgustaba tanto, los primeros números me parecieron entretenidos y había algunas ideas interesantes, como utilizar a un celestial como base o lo de los vengadores prehistóricos. Sin embargo pronto se pudo observar que la ensalada de ostias sin sentido y los momentos "chachipirulis" no eran cosa de un arco o dos, sino que se vinieron repitiendo una y otra vez con alevosía hasta el punto de prescindir en muchos casos de un mínimo de guión o del desarrollo de personajes, si quitamos que mínimamente trató un poco al nuevo Motorista Fantasma.
El problema es que el asunto no se quedó ya en esto, sino que perpetró auténticas barbaridades para olvidar. Entre ellas, una de las que me molestó más fue el deplorable tratamiento de Namor, pero también todo lo relacionado con la nueva madre de Thor (y ya tenía 2 antes, ojo), el ninguneo y el descredito a "siempre vengadores" al iniciar una nueva mini con este nombre horrorosa que no tenía nada en común, el pueripatético torneo del Fénix o el dedicar números enteros a versiones de superhéroes inventados por el mismo y que solo le importaban a él de las distintas realidades alternativas.
Si además a todo esto le sumas que se trata de un guionista de renombre que venía de hacer una etapa muy buena en Thor, pues el dolor es aún más grande. Después de las mediocres etapas de Bendis (otra eterna pero al menos mínimamente entretenida), de Hickman (otra parida pero al menos con consistencia) y de Waid (que salvando el final fue otro fiasco), yo esperaba con mucha ilusión esta nueva etapa. Un chasco enorme.
Y ahora viene un guionista nuevo al que no conozco de nada a hacerse frente de la que tendría que ser una de las colecciones señeras de la editorial. Me da mí que Marvel ha perdido un poco el norte. En cualquier caso no lo tendrá difícil para superar el daño que Aaron ha hecho a la franquicia.