Al menos por ahora han ganado dos películas notables, aunque no sean las que yo hubiese elegido. Es una buena señal.
El año que más miedo me da a corto plazo es 2011, con aquella basura ponzoñosa titulada Los descendientes, que, por alguna razón que no alcanzo a comprender, es alabada por público y crítica a partes iguales. Si gana esa doy un golpe de estado contra ibaeta.