La verdad es que todos los personajes de esta serie son, en líneas generales, unos malnacidos. No obstante, a medida que avanza la serie, lo queda meridianamente claro es son humanos llevados a niveles extremos en diferentes aspectos de la vida. Sin embargo, sí es cierto que llegados a cierto punto, y a pesar de lo sórdido que puede a llegar a ser este mundo creado por Aaron, todos acaban teniendo un momento en el que dan más pena que odio al lector.