De
Sinuhloa y las nuevas generaciones podía pasar, pero no lo esperaba de ti
Artemis...

La mecánica es tan sencilla como divertida, fundar una nueva civilización que tendrás que hacer crecer por medio de infraestructuras, conseguir avances científicos y defenderla con tus unidades militares.
La victoria se consigue de distintas formas, aniquilando a tus enemigos militarmente, consiguiendo que te nombren líder mundial por aclamación del resto de civilizaciones, por victoria cultural que es que tu cultura influya al resto de civilizaciones o por tomar las de Villadiego que es básicamente construir una nave espacial para recorrer las galaxias en busca de otros mundos que colonizar.
Los movimientos son por turnos, en los cuales mueves todas tus unidades hasta que decides acabar el turno, momento en el que tus rivales mueven. A quién le engancha puede pasarse literalmente horas jugando perdiendo la noción del tiempo porque siempre te quedas picado con lo de "voy jugar un turno más y luego lo dejo".
Personalmente ya desde el Civilation II (de principios de los años 90) es un juego que me encanta y en el que tengo rachas de viciarme a fondo.
Quizás su única pega, en mi caso, es que cuando más me divierto es hasta llegar al siglo XX, momento en el que ya está casi todo el bacalao repartido y básicamente o estás muy rezagado o estás machacando sin piedad a tus rivales. Los momentos más divertidos es cuando te atacan por sorpresa y tienes poco poderío militar o lo tienes muy dispersado por el mapa, por lo que toca defenderse como gato panza arriba hasta que puedas voltear la situación.