Todavía estamos aquí.
No es que sea una de las peores películas que he visto en el último año, es que probablemente sea una de las peores películas que he visto en mi vida. Una vez más ha debido funcionar el efecto rebote de las opiniones ("dicen que es buena, pues yo también"), porque me cuesta mucho creer no solo que esté aprobada en Filmaffinity, sino que para colmo la mayoría de las críticas sean positivas.
80 minutos de mi vida que jamás voy a recuperar. Lo más destacable es sin duda su afán de autosuperación, porque empieza pareciendo un telefilm de terror barato, pero es al terminar cuando te das cuenta de que el comienzo era una obra maestra en comparación.
Salvaría únicamente el póster de la peli, que mola bastante. Lo demás a la basura y sus responsables a asfaltar carreteras.