Sobre Locke me parece necesario y justo apuntar que ese experimento de un actor luchando prácticamente contra el lenguaje cinematográfico ya lo había hecho ese mismo año JC Chandor/Robert Reford en All is gone.
El resultado es el mismo, eso sí, eso que dice Essex de que es una película con una idea que se va agotando mucho pero que debería verse igualmente por lo experimento que puede ser sobre las posibilidades de rodar una interpretación. El director, por si no suena, es el de Margin Call, y al que no quiero perder de vista, la verdad. De hecho, pretendo ver su último estreno hace unas semanas, El año más violento.
PD: No sé qué me ha dado con las negritas y los nombres propios, estoy con el Síndrome JotDown.