En general, cuando empiezas a sacar hasta en la sopa un recurso que era impresionante en pequeñas dosis, se pierde ese efecto.
¿A alguien le impresiona ya la figura de Galactus bajando a la Tierra? ¿Alguien se cree que nada puede detener al Juggernaut, si cada vez que quieren hacer pasar a alguien por duro lo mandan a darle una paliza? ¿Alguien tiene ya miedo real de que si aparece Dientes de Sable alguien lo va a pagar seguro?
En cambio Bullseye, hostia sí, no me jodas, impresiona solo mencionarlo porque sale de ciento a viento y casi siempre que sale se caga la perra.
Pues eso.
Antes de leerte iba a comentar que Dientes de Sable me parece el personaje más sobreexplotado de la editorial, ahí es nada, porque es una explotación que no la aguanta el personaje (de ahí lo de
sobreexplotado).
Otros personajes (Spiderman, Lobezno, Iron Man, el Capi...) tienen una trayectoria que te soporta que cincuenta tíos escriban sobre ti ese mes creando mil y una incoherencias. La esencia del personaje continúa intacta porque todo el mundo sabe quién es ese personaje y si una historia es un bodrio, el que queda malparado es su autor, nunca el personaje.
A Dientes de Sable le pasa todo lo contrario: no tiene una esencia definida porque cada autor lo retrata como le parece. Una incoherencia con patas, como dije en mi primer comentario sobre el personaje.
Veneno es otro que podría estar ahí ahí, disputándole ese dudoso reconocimiento, aunque le veo una trayectoria un poco mejor definida.
En la lista de los mejores enemigos de Lobezno, echo de menos a Albert y Elsie Dee
