Leído el último volumen con el título de Man of Steel y creo que el final de la etapa de Byrne.
SUPERMAN #19-22, SUPERMAN ANNUAL #2, ADVENTURES OF SUPERMAN #441-444, and DOOM PATROL #10
Acabados los 9 tomos más o menos me he metido con unos de mis personajes preferidos de la infancia y al que, como a todos los pijameros, había abandonado durante décadas hasta hace poco que me dio por volver a leer tebeos.
En un momento de agotamiento o pérdida de interés por el tema no he llegado a disfrutar mucho de las historias. O que tampoco es que sean realmente buenas, también podría ser. Aún así, se cumplen unos mínimos y además conecto con ese héroe de la infancia. La verdad es que Superman mola un huevo.
El tomo tiene más de lo mismo que los anteriores: paridas byrnenianas a la golden manera, unos secundarios con cierto peso y unas subtramas que más o menos te van enganchando. Evidentemente lo más reseñable es la saga de Supergirl. Vaya por delante que me ha gustado, sobre todo por ese fondo de ciencia ficción y universos alternativos. También, claro, por los puntos de dramatismo que se alcanza en algunos momentos. Eso sí, toda la trama avanza forzada como solo en un tebeo de superhéroes se puede forzar. Como lector llega un momento en el que tienes que cerrar los ojos y decir, venga va, me lo voy a creer todo, especialmente todo lo que hace y las explicaciones que da el Luthor alternativo, porque si no es que tiro el tebeo a tomar por culo.
También quería mencionar el anual escrito por Stern. No sé en qué momento los anuales se convirtieron en un espacio para hacer una historia mojonera que muchas veces ni siquiera tenía que ver con la trama de la cole principal. Por ello es de agradecer a Rogelio que haga uso de ese espacio para contar historias chulas e interesantes como esta. Los que la conozcan sabrán que también tiene un valor de reverencia kirbyana importante, tanto en el dibujo, como en la recuperación de personajes, al más puro estilo Marvel, de algunos hijos de Simon y Kirby.
Llegado el supuesto final la etapa de Byrne, puedo decir que junto a Ordway y Wolfman, pues hablamos de una etapa entretenida que con altibajos va de menos a más. Claro que no la puedo poner el nivel de la WW de Pérez, pero entiendo su enorme repercusión mediática dada la actualización que se hizo del personaje, así como los focos que atraía Byrne en aquella época. De todo, yo creo que me quedo principalmente con la saga de Superboy, sin olvidar los nº con Darkseid, la trama de la bandas callejeras y nº sueltos como el de Demon o el de Phantom Stranger y alguna cosa más que seguro que me dejo en el tintero después de varios años que creo que hace ya que empecé con el volumen 1.
No soy mucho de recomendar, pero hombre, al que le guste un poquito los tebeos ochenteros, creo que esto le iba a gustar. Animaría si acaso a aquellos con reticencias al personaje porque piensen que un tío tan poderoso no tiene jugo que sacarle. Eso es una idea del que opina sin haber leído nada del personaje, cosa que tratándose del superhéroe más famoso de todos los tiempos es hasta normal, o del que incluso habiendo leído mucho o poco, es tan torpe que no se entera de nada. Solo hay que leer este puñado de tebeos, que es casi todo lo que yo he leído del personaje y a su vez una parte insignificante de su historia si atendemos a criterios de cantidad, para ver a Superman a nivel de calle lidiando con problemas de exclusión social, ser un agente geopolítico de primer orden, enfrascarse en investigaciones detectivescas, meterse en dilemas morales de su condición dual de dios/humano, volar de la ciencia ficción a la historieta de terror sobrenatural pasando por el culebrón venezolano... en fin, de todo.
Otra cosa es que el personaje le caiga como el puto culo a quien sea, algo muy respetable y contra lo que poco se puede hacer. Afortunadamente no es mi caso.