He leído
Sam Wilson: Capitán América Nº 64-66.
Tras las
Secret Wars llega la nueva cabecera protagonizada por Sam, escrita por Nick Spencer y dibujada por Daniel Acuña, aunque este acaba ausentándose a mitad del primer arco argumental para dar paso a Paul Renaud y a Joe Bennett. Tengo que reconocer que el estilo pictórico de Acuña ha encajado muy bien en el tono de la serie, a pesar de que a priori tenía mis dudas. Se nota que le dibujante español ha sufrido una evolución positiva y cada vez su estilo es menos estático y mucho más dinámico. Sus sucesores imitan bastante bien a Acuña, por lo que se mantiene cierta coherencia gráfica, que siempre es de agradecer.
El arranque de colección me ha gustado mucho. Cabe destacar que el guionista apuesta por una serie de números densos, con mucho contenido, lo que provoca que la lectura de cada grapa conlleve cierto tiempo. Además, comienza bastante fuerte, sacando a la palestra el tema de la inmigración, con recordatorio incluido a Trump, algo que comienza a ser un recurso bastante habitual en cualquiera de las editoriales. En ocasiones como simple mofa, mientras otras plantea el tema con cierta seriedad. En este caso, Spencer adopta un poco de ambas, aunque se centra en el tema de la inmigración como un problema complicado en el que están sobre la balanza la vida de inocentes y el consiguiente problema económico de un país. Desde luego, es un tema espinoso y el guionista lo presenta aquí en sus diferentes facetas de una forma interesante, además, es el germen para dar vida a un nuevo compañero de Sam que ocupa su antiguo papel de compañero del Capi. Tengo que reconocer que la inclusión de otro personaje procedente de las minorías étnicas o en su línea de pluralidad de Marvel apesta un poco, y te hace reflexionar sobre si no estamos ante una campaña premeditada, pero también es cierto que Spencer le da un sentido a todo. En el fondo es como Sam, deseando ayudar a los demás, cambiando Harlem por la frontera de México. En cierta forma, creo que forma parte de la esencia que fue el Halcón en su momento, pero dirigiendo su mirada a un problema acorde con los tiempos.
Lo que está claro es que Spencer es un apasionado de la etapa de Gruenwald. Me extraña que
Julián no haya mencionado la saga como se popularizó aquí "Jauría de Lobos", con miniserie incluida, en lugar de la del Capi Lobo. Pero bueno, en esencia no deja de ser lo mismo. Por otro lado, igual que hiciera Gruenwald, el Capi está acompañado de un equipo formado pro Misty Knight y el Hombre D. No se puede negar que son elecciones extrañas, pero van muy en la línea de lo anterior. Si acaso destacar que la presencia de la detective añade el punto picante y parece que aquí podría haber algún tipo de relación entra ambos en ciernes. Muy, pero que muy interesante, sí.
Siguiendo la senda del pasado, comenzamos con el enfrentamiento contra los Hijos de la Serpiente, el conocido grupo racista, para seguir con Karl Malus y acabar con la Sociedad Serpiente, rebautizada como Soluciones Serpiente, en una saga que se convierte en una demoledora crítica hacia los poderes fácticos y su preocupante insolvencia ante el crimen. Además, no deja de ser curioso como la pelea tiene un reflejo en Wall Street, gracias a que este cártel criminal se ha convertido en una empresa bursátil, haciendo posiblemente más daño que robando bancos. me parece muy interesante el concepto que planta aquí Spencer en un lavado de cara al concepto original que no solo lo convierte en un amenaza creíble, sino que también han dejado de ser algo irrisorio. Además, junto al regreso de Iguana, volvemos a tener otra mirada a la época de Gruenwald, donde estuvieron muy presentes. Y parece que la chica del pelo lila está aquí para quedarse...
Finalmente, me gustaría destacar lo atrevida e interesante que comienza la etapa de Spencer, que no se contenta con ir sobre seguro, sino que arriesga directamente convirtiendo al actual portador del escudo en alguien contra su gobierno, alguien que piensa que los políticos no hacen nada por los desfavorecidos. En definitiva, deja de ser una herramienta de su país para acercarse más al símbolo, pero por el camino acaba expulsado de SHIELD, se generan fisuras con Steve Rogers y comienza una colaboración con el Susurrador, una especie de hacker que lo pone al corriente de asuntos luctuosos o que considera nocivos para los ciudadanos. Estamos ante lo que podríamos definir como la versión del capitán América más izquierdista que yo recuerde desde la etapa de Englehart, de la que toma un poco la esencia del concepto para adecuarlo a la rabiosa actualidad en el panorama político estadounidense. Esto me ha gustado mucho, porque se explora esa faceta del héroe por el hombre de la calle, sin necesidad de grandes invasiones a nivel cósmico, sino solo cuestiones a nivel mundano, pero no por ello menos importantes. Creo que ese es el héroe que debe ser Sam Wilson y Spencer apuesta por él a lo grande. Desde luego, si consigue seguir a este nivel durante toda su estancia en la serie, estaremos ante una gran etapa que ya apunta maneras y que podría incluso superar lo que ha hecho Remender. Habrá que estar muy atento a esta serie.