Perdón por la interrupción

Los tebeos son un problema de espacio para casi todos. Cuando los acumulas sin saber cuánto tiempo vas a estar en una ciudad, se convierte en una tragedia. Así que aprovechando las temperaturas bajo cero y el fin de semana, estoy dándole caña a un montón de tebeos para poder dejarlos en Sevilla cuando baje para vacaciones. Y así, este finde ha caído este tomo.

Captain America #290-301
Para empezar diré que no he leído nada de los autores previo a este último arco. Y ni ganas que tengo. No por nada, sino porque no me gusta comprar por comprar ni leer por leer, y según tengo entendido, esto es lo mejor que hizo DeMatteis con el personaje. Me ha gustado, sí. Pero si esto es lo mejor, lo demás no me interesa.
Quiero continuar con algo que me parece obvio. Lo flojo del dibujo de Neary. Ha sido de los peores artistas que he tenido que padecer en un tebeo que me interesa. No tanto como Trimpe, que aquí está bastante mejor que en su etapa final en Hulk, pero telita con el colega.
Y siguiendo con cosas obvias, el tremendo paralelismo que tiene esta historia con Kraven's Last Hunt. La verdad es que con esta del Capi aún fresca no sé cuál me gusta más. Esta me ha gustado mucho y la de Spiderman... bueno, ya sabéis, sobrevalorada a más no poder. Frikis de todo lo que ponga Marvel, Spiderman o Noir capaces de pasarlo en grande con lo peor de cada una de estas tres etiquetas, sí, lo pueden llamar obra maestra sin despeinarse. Para el resto de la humanidad, un buen tebeo; sin más. Un buen tebeo que disfruto mucho, por cierto.
En cualquier caso estamos con el Capi. Hecha la referencia a Spidey, poco más puedo decir sobre el argumento. La némesis del héroe quiere vengarse con su último aliento de años y años de de vergonzosas derrotas. La venganza debe ser absoluta, en todos los planos y no solo sobre el héroe sobre todo su mundo. Tras ello, solo la muerte. Evidentemente existen diferencias. Esta del Capi es una historia que se adentra más en lo sobrenatural. El Cráneo y sus motivaciones son más sólidas que Kraven, a pesar de que me sobra por completo la historia de su juventud. Aún así, la encarnación del mal absoluto está bien conseguida. Para mí este acercamiento siempre es un riesgo. Tratar a un personaje sin grises suele dar como resultado un experimento fallido. Un mojón, vamos. Hasta ahora solo me había convencido y mucho el Darkseid de Final Crisis. Ahora, añado a este Red Skull. DeMatteis, por lo que a mí respecta, te has ganado un gallifante.
Los temas presentes en la historia, el pacifismo, la culpabilidad, el racismo, la homofobia, están bien tratados a mi parecer y enriquecen lo que nos quieren contar a la vez que suponen un marco perfecto para los acontecimientos.
Por cierto, son un tanto cachondas algunas escenas como la de la partida de póker. Y con cachondas me refiero a ingenuas y ridículas. De todas formas y como último apunte diré que al enzarzarse menos en zarandajas en los textos de apoyo un tanto bochornosos de la Cacería, DeMatteis compensa con creces estas escenas. Prefiero mil veces ver a varios tíos vestidos para la función del circo jugando al póker y hablando de sus nueras que las presuntuosas y más ridículas parrafadas que vemos por momentos en la versión arácnida.
En cuanto al Capi, he conectado de principio a fin con este Steve Rogers. El de Bru, independientemente de la indiscutible calidad del primer arco, me da un poco de asquito aunque no tanto como lo que viene tras su muerte. El de Englehart me pareció una contradicción con patas, "no soy un vigilante y cada cosa que hago me hace más vigilante". Este de DeMatteis sí que es un Capi al que admiraría. Veo a un hombre cansado física y psicológicamente. Deseando hacer su vida con su nueva novia. Tratando de atar todos los cabos antes de retirarse. Y sobre todo, un hombre íntegro, humilde que encarna de forma utópica una serie de valores que como mínimo se deberían respetar. Sinceramente, la escena en la que se arrodilla ante el indio me parece la de mayor impacto visual y significativo de todo el tomo. Si después de esta historia hubiese legado el escudo a otra persona, habría sido un final glorioso para Steve Rogers. Pero ¡ay pobre de mí, por los tebeos me veo así! Culebrón venezolano en vena, retorcer al personaje, llevarlo de aquí para allá y diluir la trascendencia de esta buena historia en una continuidad absurdamente infinita en la que sus protagonistas todavía siguen muriendo, resucitando y haciendo cosas mucho peores. ¿A quién le importa todo lo que pase aquí si no va a pasar de borrajas? A mí.
Para mí este tomo es casi definitivo en la historia de dichos personajes. Como con Jean Grey, no tengo intención de comprar ningún tebeo que deshaga lo visto aquí. No solo por el motivo expuesto antes, sino también ¿hay algo que sea mejor que esto? Alguno ya sé que vais a nombrar Brubaker, pero como he dicho antes, la saga hasta que libera a Bucky está muy bien, lo demás, cuesta abajo sin frenos hasta crear otra de esas leyendas urbanas sobre lo imprescindible que es una etapa, cuando en realidad si te pillas los primeros 15 números, vas que revientas.
Y sin más, ahora a leerme unos cuantos del Super de Byrne antes de las vacaciones.
Ea, sigan ustedes con sus frikiplanificaciones. Un saludo
