A riesgo de ser apedreado en la plaza pública por colaboracionista
diría incluso que la segunda mitad de esa colección, de Robinson, es más aburrida y plúmbea. Por lo menos en lo de Liefeld, si consigues que la contemplación del dibujo no te queme las córneas, se encuentran un par de ideas que no están nada mal, siempre y cuando se entienda que lo que estamos leyendo es un What If.
No, no, vamos a ver, no lo has entendido.
Aunque tengas argumentos para defender esa etapa, incluso aunque puedan ser convincentes, no puedes hacerlo. Por pura responsabilidad. Porque si tú ahora reivindicas esa etapa, lo mismo hay alguien que decide dar un paso al frente y hacer lo mismo. Y luego otro, y otro, y otro, y al final se acaba considerando que una reedición de esa etapa tendría salida comercial y sale un tomo al mercado con esa etapa ocupando un hueco que bien podría haber sido para Howard el Pato, El Caballero Luna o la Pantera Negra de McGregor.
Vamos, que no, que es muy mala y punto.
Repite conmigo: es muy mala y punto.
No queremos que se reedite.
Nunca.
