Essex, corrigeme si me equivoco, pero como en cualquier cargo de responsabilidad (en el sector que sea), el responsable final no puede conocer al dedillo todos los procesos que se realizan hasta que el producto este en el mercado. Hay que delegar a la fuerza a personal especializado en cada campo.
El Editor es más entrenador que presidente.
Elige quién juega, cómo juega, dónde, y cómo se prepara.
El presidente de una editorial puede no saber ni lo que publica.
Conozco pocos editores que no elijan qué publican, que no elijan el formato, que no elijan a su equipo de traductores y maquetadores, y que no revisen el producto final al menos por encima.
Todos ellos suelen ser los que dan las pautas cuando hay una duda y quienes tienen la palabra final.
Para que te hagas una idea:
Yo elijo a mi traductor, gestiono al maquetador por cargas, envío el original a mi traductor, recibo su traducción, hago una revisión preliminar, la envío al maquetador, el maquetador me envía las galeradas, hago una segunda revisión, la envío al coordinador, y en Planeta se hace una tercera revisión ortotipográfica en extenso y de estilo (además de debatirse las decisiones que he tomado en cada número), que me vuelve a llegar para decidir qué se introduce y qué no. En última instancia, la Editora de Planeta, hace su propia revisión y tiene la última palabra sobre qué entra y qué no, y sigue el proceso completo a partir de la tercera revisión.
Así pregunta "esto por qué, cómo se solía hacer, UK dice esto, Disney aquello, yo elijo esto", con lo que aunque recurra a ti para las cuestiones finales, es consciente de todo el trabajo y toma las decisiones finales.
Vamos, que te puedo asegurar que si no sabía quién le dio el adamantium a Lobezno o dónde vive Tía May, ahora lo sabe.
Y suele ser así en la mayoría de editoriales.
El editor está muy encima aunque delegue.