A ver:
- La gracia de Secret Wars II es, precisamente, que a través de sus cruces y con el Todopoderoso como nexo de unión (a veces tremendamente tangencial, pero nexo de unión a fin de cuentas) nos presenta una foto fija de la Marvel de mediados de los 80, con todas aquellas colecciones cojonudas y esas etapas tan apreciadas por los lectores.
Personalmente, creo que publicar símplemente la serie principal sería sacar al mercado un tomo que no vale nada.
- ¿La miniserie tiene autonomía por sí sóla? Sí y no. De primeras sí, por supuesto, pero al final hay tebeos muy relacionados con la saga principal y que resultan ineludibles.
- ¿Tendría sentido sacar primero la miniserie y luego los cruces? No, ni de coña. Porque aunque sea en pequeñas dosis, se va viendo una evolución en el personaje central y su forma de intentar comprender a los humanos que tan fascinantes le resultan.
- ¿Se podría entonces haber sacado toda la miniserie principal en el primer tomo? Pues sí, poderse se podría. Pero incluyendo todos los cruces en ese mismo tomo (con lo que hablaríamos de más de mil páginas del vellón, lo que supondría un récord para Panini e intuyo que para nuestros bolsillos). Y saldría un segundo tomo con la limited inédita y Secret Wars III que no sé yo si llegarían a comprar más de ¿20? personas.
Vamos, que no me imagino otra forma medianamente coherente para publicar esta serie en tomos de este tipo. Si acaso, dividiéndolo en más tomos. Pero la serie central no quedaba otra que partirla sí o sí.