Me parece que no escribes lo que piensas, Essex, o al menos no totalmente. Te pones en el pellejo de quien opina que el único valor a tener en cuenta en un cómic es que sea entretenido y desde ahí dices que ése, el inicio del Amazing Spider-Man, no lo es, así que como tebeo no vale lo que se vende. Ya, pero es que tú no piensas que el único valor sea el entretenimiento, y así mismo lo dices en tu mensaje.
Es muy difícil, imposible diría yo, ponerse unas gafas monocromáticas para leer cualquier libro. No puedes leer igual el Cid que el Señor de los Anillos, no puedes leer igual Cien Años de Soledad que American Psycho. Y no puedes porque no te has caído de un guindo y, al mismo tiempo que lees, estás valorando qué se había escrito antes, qué ocurrió cuando se escribió aquello, quién es el autor y qué leía él. Eso me lo puede vender otro tipo muy diferente de lector, pero no creo que sea la manera en que tú lees. Venga, que no. Y yo tampoco.
Por eso, cuando leo el Thor de DeFalco, por poner otro ejemplo comiquero, no solo valoro el estilo retro, la aventura distraída y el entretenimiento que ofrece, sino la enorme oportunidad perdida. Porque esa etapa fue precedida de la de Walter Simonson y DeFalco fue incapaz de tomarla como punto de partida, de aprovecharla, de hacer ya no que la serie creciera sino de tratar de impedir que menguara demasiado. Y por eso para mi es una etapa fallida y pobre. No por ella misma, sino por las circunstancias que la rodean.
Pero valoro los primeros números del Amazing Spider-Man por la enorme cantidad de posibilidades que encierran, y que explotaron en cuanto Ditko se puso en serio a dibujar y Stan Lee empezó a darse cuenta de que esos personajes iban a durar más de lo inicialmente pensado. Valoro esos números porque en ellos están los treinta que vienen después, y los doscientos que les continúan. Y, tío, no puedo quitarme esas gafas porque no sé cómo hacerlo, y no quiero porque entonces sería injusto. Pero vamos, tú ya sabes todo esto, estoy seguro.
Y en todo eso llevas razón, amigo
Knot, es totalmente cierto.
Pero son factores que influyen en el lector "consciente", el lector de fuera de la historia, no el narratario al que va dirigida la historia mensual (el chiquillo de 12 años de los 60).
La importancia, el recorrido, el contexto histórico, la relevancia, la originalidad...todos estos son conceptos importantísimos, pero que no afectan a la calidad de la historia de forma directa.
Afectan a la estima o valía del creadorQuiero decir, yo soy consciente de todo ello, pero el pensar "que original fue esto, que importante iba a ser apenas 10 números después, que bien lo hicieron al final de su etapa", no me va a hacer que yo disfrute en el momento en el que estoy leyendo de esa historia, porque los méritos propios que describo no están presentes en ese momento en ella, son potenciales.
Pasa muchísimo en el cine; como veas el original después de haber visto 1000 veces el recurso, la originalidad, la innovación se pierde. A no ser que seas un estudioso del cine, al espectador casual le dará igual si los elementos narrativos han envejecido y no puede tomarse la historia en serio. Pensará: "pues esto que tanto me gusta viene de aquí...pues gracias, pero vaya rollo". Y claro, es normal, porque algunas obras -quizás la mayoría- no están hechas para ser releídas eternamente, si no para haber aportado mucho y plantar la primera piedra, y luego dejar sitio.
Yo digo, y creo que es una obviedad, que no se atraen lectores con esos primeros números. Que cualquier chaval, hombre o mujer que los lea por primera vez, es muy probable que no los disfrute. Igual que nadie va al cine a ver "una historia del tren", o muchas película de Demille.
Pero respecto a este tebeo (AS1) en cuestión, es que encima la calidad fu inicialmente muy baja y destinada a niños pequeños. El mercado era totalmente infantil, y ni se pensaba que personas adultas fueran a leer esos tebeos. Hoy en día, Dan Slott escribe para chavales de 12 años, tíos de 20, y señores de 40. Porque se sabe que los cómics de supers tienen un target muy muy muy amplio que ni de coña era el de los años 60. Te ve tu padre leer cómics con 25 años entonces y te cose a hostias.
Es que estáis leyendo con 20, 30, 40, 50 años, un cómic que se hizo para chavales de 8, 9, 10 u 11 años en los años sesenta. No es como si dentro de 50 años alguien lee el Capi de Brubaker, que no se hizo precisamente pensando en niños pequeños.
Y respecto a la trama en sí:
Es más, es que desafío a quien se preste, a defender de forma clara las tramas de Lee sin usar una sola vez "hay que se condescendiente" o "visto con los ojos de la época" o "es que entonces las cosas eran así", y apuesto directamente a que no hay nadie aquí capaz de validar la trama de AS1 con el Camaleón comunista como una buena historia.
Porque luego, para desgracia eterna de todos, tenemos películas como "El Hundimiento", y resulta que los nazis (¡Sí, los nazis!) hasta eran humanos y todo y no solo comían niños.
En cambio, coges un cómic del primer Lee al azar, y los rusos son todos unos hijos de puta (no hay uno bueno), retorcidos, feos, envidiosos, insidiosos, con cara de oso, y oso, oso, oso.
¡Vivan las caracterizaciones de cartón, la propaganda y los estereotipos!
Porque analizas a las primeras heroínas de sus cómics, y son todas medio gilipollas, de decoración, imbéciles perdidas, y tremendamente machistas ellas mismas.
¡Viva, viva!
(Ahora es cuando, además de que he "prohibido" el "es que entonces", saco el ejemplo de que hay textos del siglo XI más avanzados con respecto a la figura de la mujer, y ya sí que se caga hasta la perra...que se lleva mucho eso de pensar que los de antes eran unos atrasados, pero no hijo, no, el límite lo puso la llamada civilización moderna).
Cuando no, entramos en giros rocambolescos, deux ex machinas por un tubo, "es que pasaba por allí", "es que por suerte llevaba encima mi rayo" y demás idioteces de "ea, hala, esto, aquello, y ya tengo hechos los 15 cómics del mes. Ea, a por Noviembre".
Lee me cae genial (te adoro tío
) y me parece incluso un guionista MUY bueno cuando se ponía y tenía tiempo. Pero es innegable, y me parecería una tontería obviarlo, que a causa de la de años que estuvo escribiendo y la cantidad de cómics que guionizaba, escribió auténtica BASURA, cómics infantiles, tontos, tramposos, fulleros, planos, en muchas de las colecciones que guionizó (dad un repado al hilo de la Era Marvel, a ver si alguien lee con agrado la mayoría de cómics de las lineas secundarias Astonishing, Amazing o Journey).
Pues en AS1, por poner un ejemplo, no hay una diferencia significativa a estas chorradas y tonterías de chichinabo que Lee metía muchas veces en los cómics.
De hecho hay un cacharro inventado con piezas inventadas que se salva por el héroe, un malo muy malo que confraterniza con los rojos y viene a espiar no sé qué, y unos diálogos igual de sosos o mal escritos que en muchos de esos números.