Y hombre, a mí hay otras Space Opera que me gustan más que Nexus. Particularmente Dreadstar, que me parece (de laaaargo) el mejor trabajo de Starlin y Valerian, una auténtica joya.
De Nexus me fascina el dibujo de Rude, pero los guiones, sin estar mal, desprenden ese tufillo reaccionario propio de Mike Baron que me molesta. Globalmente queda un muy buen tebeo, pero no tan redondo como merece el mejor dibujante de superhéroes de los últimos 25 años.
Teniendo frescos de nuevo los álbumes de Valerian, ya que los releí este verano, y dejando de lado el trabajo de Mézières, que es simplemente visionario y adelantado a cualquiera de su tiempo, planeta o dimensión, aparte de su facilidad asombrosa para el diseño de personajes, tecnología y arquitectura, he vuelto a constatar que los guiones son un
coitus interruptus casi contínuo. En mi opinión, nunca podría calificar de auténtica joya una colección de historias de planteamientos tan buenos y desenlaces tan atropellados, cuando no directamente torpes, de ideas frescas que sorprendentemente acaban en refrito, ni de vericuetos argumentales tan rebuscados y mal resueltos sólo para llegar del punto A al punto B. Y eso, más veces de las deseables.
En cambio, el Nexus de Baron me resulta más regular, que no regulero, en su desarrollo. Aunque no sea realmente comparable con Valerian, Nexus sí parece más encauzado, más atrevido para lo que era y es el mainstream americano y con un claro interés en ser un cómic diferente. Lástima que el spandex de Nexus le pudiese confundir con los reinantes superhéroes del momento. Nexus no era uno de ellos, ni en planteamiento ni en ejecución, así que permíteme reconstruir esto de "el mejor dibujante de superhéroes de los últimos 25 años", por "el mejor dibujante de cómic americano de los últimos 25 años", Ignacio. Bueno, uno de los "más mejores", por si me olvido de alguien...