FUERZA-X
Al hablar de una serie así, es de rigor encontrar al menos una de estas palabras, o todas, repetidas varias veces:
New age, posmoderna, transgresora, cool, ácida, iconoclasta, vanguardista, alternativa, deconstrucción, cultura pop, nihilista, cínica, transurbana o simplemente, delirante.
En cuestión al número de palabras que leáis en una crítica o reseña, sabréis el nivel de
gafapasticidad de la persona que lo escribió.
Por una vez -solo una-, aunque todos sepan que nos encanta usar palabros más propios de la cocina moderna mezclada con la novena llamada del expresionismo, evaluando un lienzo de porcelana en el que deconstruir una aceituna sin hueso confitada a la emulsión sintética de finas hierbas, por esta vez -esta vez-, todo lo que digamos estará perfectamente justificado y podremos conciliar el sueño tranquilo de no haber sido hipsters, ni modernos, ni gilipollas, sino simplemente justos.
Porque realmente Peter Milligan ha creado aquí con la ayuda de Mike Allred una obra new age, posmoderna, transgresora, cool, ácida, iconoclasta, vanguardista, alternativa, de deconstrucción, cultura pop, nihilista, cínica, transurbana y simplemente, delirante
Una bofetada de aire fresco en un medio en el que los clones se venden al peso, entre iluminados de la splash page y fanboys cebolletas (no, no te voy a dar un premio por adivinar cada uno).
Y eso, chicos, chicas, y mutantes sedientos de gloria y fama, es algo raro y a valorar.
Así que sí, corred a por vuestra ración de Fuerza-X; Essex (y como Essex es posmoderno, new age, transgresor e iconoclasta, puede hablar de sí mismo en tercera persona) aprueba esta compra.
Pero si queréis leer una opinión mucho más reposada y completa que la mía, no os olvidéis de pasar a tomar el café que sirve el
Presidente en su tugurio:
Fuerza-X/X-Statix, de Milligan y Allred.Y si os sentís un poco cabrones, coged la lista de palabros y jugad a contar cuantas repite.