Definitivamente perdimos al bueno de Essex
Sólo por un tiempo, que estas cosas van por etapas.
1) Primero descubres los tebeos y flipas como un campeón con historias buenas, muy buenas e incluso malas. Alucinas incluso con tebeos muy tibios por pequeños detalles que te llegan. Es la época en la que te enganchas a colecciones que defenderías contra viento y marea.
2) Después ya empiezas a mejorar el paladar. De golpe te encuentras disfrutando sólo de comics que te parecen entre muy buenos y excelentes y repudiando casi cualquier cosa que no llegue a esas cotas de calidad. Sin darte cuenta, pasas olímpicamente de tebeos que antes te habrían encantado. Sin embargo, sigues defendiendo aquellos tebeos a los que te enganchaste en su momento.
3) El momento peliagudo llega cuando empiezas a descubrir cosas nuevas a las que antes no te habrías acercado, ya sea por falta de interés o símplemente de recursos. Que si tebeos en blanco y negro que te parecían cosas de viejo, que si comics europeos que te parecían caros y cortos, que si historietas españolas que considerabas como un producto para críos, que si aquellos comics raros que antes asociabas a los guays y a los gafapastas,...
4) Más jodido aún es el momento en que te da por una cosa y se convierte en el rasero para medir todo lo demás. Se dice que cuando un tonto coge un camino, o se acaba el tonto o se acaba el camino (sin ánimo de ofender, que pocas veces tengo la oportunidad de usar esta frase sin que se me enfade el personal
). A mí me dio por Vértigo, a otros por las tiras de prensa. A Essex le ha dado por el
noir. Y en esas circunstancias, todo lo que no sea Vértigo, tiras de prensa o
noir respectivamente a lo máximo que aspira es a un "bueno, no está mal".
Más o menos es a estas alturas en las que salen las tan originales afirmaciones de que los tebeos de supers son un producto de baja estofa.
(Los puntos 3 y 4 son perfectamente intercambiables, ojo, pero suelen ser ineludibles)
5) Y el último punto es el que equilibra todo. Al final te das cuenta de que hay cosas cojonudas en el ámbito de los supers, de la BD, de las tiras de prensa, de la Escuela Bruguera, de Vértigo y de la madre que los parió a todos. Y como a estas alturas uno ya es un lector de comics
pro, intenta picotear de todo, siendo selectivo pero sin complejos de ninguna clase. Y por supuesto, entre todas esas obras maestras de todos los palos que a uno se le puedan ocurrir, queda ese pequeño hueco para aquellos pequeños placeres culpables del punto 1, ya se llamen X-Force, o Nuevos Guerreros, o La Patrulla-X de Lobdell. No están ahí por ser tebeos cojonudos, sino porque directamente nos sale de los cojones que estén ahí (que no es lo mismo), por nostalgia, porque nos gustan y porque sí.
Entre medias, en algún momento, uno deja de comprar tebeos. A algunos se les pierde para siempre, otros vuelven y lo hacen con fuerza (supongo que como la mayoría de los que estamos aquí) y otros vuelven comprando tímidamente alguna de esas cosas que les flipaban años atrás, entrando en el grupo de los célebres "comparadores casuales".
Y tras todo este rollo, sólo me queda decir que Essex está en el punto 4.
Paciencia, que de ahí se sale