Madre mía, en su día las dos primeras grapas del Romita me costaron seis y cuatro euros.
(hoy en día no pagaría algo así, pero en ese momento me hizo mucha ilusión, ni me lo pensé). Las compré bastante después que las anteriores, porque eran jodidas de conseguir (aunque los números que editaban ya los tenía en otra edición, un tomo salvador que sacó un periódico de estos que hablan del juego de balón ese que gusta tanto y ya al final de deporte).
Encima luego me hice con los Omnigold