Estos días, ante la falta de estrenos que me atraigan como para echarles un ojo (aún me queda pendiente The Blacklist, eso si), se me ha dado por ver Hannibal. Y que sorpresa, porque en una semana me he "tragado" los 13 episodios de su primera temporada. Si, me ha gustado. Mucho
Siendo, aunque muchos dirán que esto es raro, El Dragón Rojo mi peli favorita de la saga del buen doctor Lecter (por diferentes razones que no vienen al caso), esperaba con muchas ganas ver lo que hacía Bryan Fuller y la NBC en esta adaptación del magnífico libro de Thomas Harris. Hannibal, la serie, está disfrazada de procedimental por exigencias de la cadena, pero si me dicen que esto lo estaba emitiendo Showtime, me lo creo. Es carne de cadena privada por su increíble y estilosa estructura, en la que destaca en especial una dirección artística de primer nivel, merced a las secuencias oníricas y simbólicas que viven los personajes, en especial un Hugh Dancy que debe de haber recibido unas cuentas clases de su mujer, una tal Claire Danes, a la hora de interpretar a un personaje tan psicológicamente inestable como es el Agente Especial Will Graham, el hombre destinado a atrapar a Hannibal “El Caníbal”
Pero... en esto, en las expectativas, también me sorprendió y en cierta forma me engañó la serie. Porque a medida que pasaban los capítulos me iba olvidando de que la serie se titula Hannibal, y de que su protagonista, claro, es el doctor Lecter interpretado por un Mads Mikkelsen en estado de gracia. Sus escenas con Dancy son probablemente de lo mejor del pasado año, y ahora entiendo a todos los que se quejaron en su momento de que no estuviesen presentes al menos uno de ellos en las nominaciones de los grandes premios de la TV norteamericana. En cualquier caso, aquí esta el público para valorarlo, y yo al menos lo valoro de manera increíble. El registro de Mikkelsen es ligeramente diferente al de Anthony Hopkins. Este es un Lecter igualmente sibarita, elegante y con sus capacidades ya conocidas y filias y fobias ya establecidas, pero mucho más enérgico. Lo vemos diseñar un meticuloso plan a lo largo de todos los capítulos que no hace más que dejarte "mal cuerpo" sobre todo en el final de las últimas entregas.
Pero así es esta serie: capaz de jugar con el suspense como casi ninguna, ofreciendo al espectador muchísima más información de la que los protagonistas conocen, y dejándonos "locos" con los desenlaces. El propio Fuller admitió las influencias de Hitchcock y David Lynch, e incluso tiene planeada una estructura de siete temporadas que abarcaría toda la evolución del personaje de Mikkelsen incluyendo a personajes como Clarice Starling, por supuesto. Como detalle curioso decir que el cocinero español Jose Andrés, que tuvo un programa de cocina en La 1, es el asesor culinario de la serie y que da el visto bueno a todas las recetas que hace Hannibal… a su curiosa manera, claro.
Otra de las grandes relaciones ha sido la de Hannibal y la sorpresaza de la temporada que fue la incorporación de Gillian Anderson al reparto. No solo es que es guapísima y que el paso de los años no le ha sentado nada mal a la Agente Dana Scully, es que le da una fuerza y una nueva perspectiva al personaje de Lecter que es imprescindible para entender la serie. Otros miembros del reparto que destacan por méritos propios son Laurence Fishburne como un muy capullo (por momentos) Jack Crawford, de esos personajes a los que da gusto odiar; y una Caroline Dhavernas más secundaria de lo que debería (aunque es un personaje femenino bastante bien retratado, dentro de lo que cabe en este tipo de producciones). Es impresionante como todos los personajes van entrando en el macabro juego que va diseñando Lecter a medida que pasa la serie, y como el FBI va tratando de solucionar y de sorprender en cierta forma al doctor y las trabas que va poniendo en las diferentes investigaciones. En este sentido, la serie supera ampliamente a The Following, su gran rival el pasado año, que presentaba una versión casi cómica y paródica de este cuerpo de seguridad estadounidense. Yo, como fan de esa eterna unidad de análisis de conducta del FBI que hemos visto en multitud de series y películas, agradezco el trato más realista tanto de profesionales como de los casos (aunque hay que reconocer que alguno, además de dar mal rollo, es demasiado exagerado, y que las cosas que le dejan hacer a Will en muchos casos serían imposibles en la realidad)
El principal defecto que tiene Hannibal es la estructura procedimental. Como he dicho en un principio, la saben esconder muy bien gracias a la habilidad de los guionistas y del reparto, pero hay algunos episodios que quedan muy cojos por culpa de integrar esas tramas semanales. No creo que vaya a ser algo que se arregle en la segunda (y puede que última, teniendo en cuenta las audiencias), pero si es algo que, si os animáis a verla como he hecho yo, espero que os deis cuenta de que es algo que no molesta, y sepáis apreciar bien el "plato" que tenéis delante, y las virtudes reales y más continuistas y profundas de los capítulos. Esperando ya estoy al comienzo de esa segunda (en la que dicen que saldrá David Bowie y todo), en una fecha indeterminada de 2014