opino exactamente igual. y mira que por el tema me gustaba. 
Es que no consigue conectar en ningún momento. No sé exactamente a qué se debe, pero entre lo inverosímil de la trama -no solo el qué, sino cómo va desarrollándose todo...la facilidad e irrelevancia con la que todos actúan, cuando deberían ser mucho más sibilinos- y la forma en que se desarrolla, cuesta sentir nada a lo largo de la película; ni empatía, ni odio, ni concienciación...
Mucho mejor aquella de "Los idus de Marzo", que al menos, genera sensaciones muy distintas e interesa.
Me ha sorprendido leer luego las críticas especializadas para "State of play" (cuando el título se lo sacan de la manga, y encima es tan genérico que se confunde con 100 películas anteriores, siempre se me queda el título original, y no uso la traducción libre...me pasaba con Inception, There will be blood,etc) y descubrir que había una casi idéntica a lo que yo pensaba, no sé si del Chicago Tribune o de cual. Y usaba las mismas palabras, como incoherente.
Al parecer, ese "aire de listillo" de Tony Gilroy no gusta a algunos espectadores. Es cierto, a mí también me parece bastante tramposo. Su mundo de espías y corrupciones es demasiado plano, todo es demasiado fácil y descarado.
Su "Michael Clayton" es algo mejor, pero por supuesto, nadie se cree ese final perfecto, por muy bien que nos caiga George Clooney.
Estas películas deben funcionar muy bien en su coherencia interna (ver "El escritor" para una muestra de ello) o si no, pierden toda la gracia.