He leído 100% Marvel El Soldado de Invierno: la marcha implacable.
A mí me ha parecido una lectura muy amena y cinematográfica, pero coincido con fanpiro en que el título es bastante engañoso, ya que Bucky no es el protagonista de la historia, sino un agente de SHIELD que se saca Remender de la manga para esta miniserie. Esto no es necesariamente malo, ya que la trama de espionaje que plantea Remender me parece bastante interesante, pero si es un dato a tener en cuenta. A los que busquen algo más superheroico, que no se acerquen ni con un palo, pero a los que les gusten este tipo de historias de espionajes, con diferentes agencias implicadas, una mujer guapa, conspiraciones, el destino del mundo en una balanza y un ritmo trepidante, es una lectura que no se deben perder, porque les gustará mucho. El Universo Marvel está ahí, no se obvia del todo y se encuadra más o menos de manera acertada dentro de la cronología, pero es algo meramente testimonial. Remender quiere contar una historia de espías y hubiese dado igual que estuviese enmarcada en el Universo Marvel, en Image, o en cualquier otro sitio. A mí, si la historia está bien contada, como es este caso, me da un poco igual, pero creo que es algo importante de remarcar, porque el título me parece un poco engañoso en ese aspecto.
Tengo que reconocer que la utilización de la retrocontinuidad es acertada, pero es un recurso que a mí ya empieza a cansarme. Es obvio que los años perdidos de Bucky dan para mil y una historias, pero es un concepto que si se sigue abusando de él acabará cansando a todos. Esta historia está bien, pero estoy convencido que muchos no se habrán acercado a ella precisamente por ese cansancio de más de lo mismo. En un momento en el que hay una amplia oferta editorial, este tipo de títulos corren la suerte de pasar desapercibidos, por muy buenas historias que escriban sus autores. Y este podría ser un caso similar a la explotación de los Vengadores en las cabeceras de las colecciones o la utilización de ciertos personajes en múltiples series. Creo que el concepto de Brubaker tuvo su momento y no merece la pena volver a él constantemente, para evitar repetirse.
Por otro lado, además de encontrar una historia típica de espionaje, Remender nos deja ciertas reflexiones sobre el comunismo, la corrupción del poder y establece ciertos puntos de coincidencia entre la Guerra Fría y la Segunda Guerra Mundial. Unos temas muy interesantes que no recuerdo haber visto reflejado en ningún cómic en los últimos años. Unas ideas socio políticas que desde luego dan que pensar y que de alguna de forma encajan en los momentos convulsos que vivimos en la actualidad con la sufrida crisis.
Finalmente, destacar el dibujo de Roland Boschi, un autor que me ha parecido bastante irregular y que, aunque encaja muy bien con el ambiente de la trama, en ciertos momentos no me ha gustado nada. Sin embargo, en otras ocasiones, me ha gustado bastante y su estilo no se veía tan “impreciso”.
En definitiva, una lectura amena y entretenida, especialmente recomendable para los amantes del espionaje y las tramas políticas, que mantiene ciertas distancias con el Universo Marvel y los superheroico, aunque es igual de disfrutable. Eso sí, al título no le acabo de encontrar mucho sentido, pero bueno, tampoco es algo que me preocupe…