No está gustando mucho la portada, no
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Por mi parte, The Amazing Spider-Man #337 es uno de los cómics que más veces tengo. Cuento con el número 257 de Fórum en su edición normal y proveniente de retapado; el número 50 del Coleccionable Azul de Planeta; e incluso la edición original USA, siendo que no soy un coleccionista de cómics USA y tengo solamente unos pocos y éste me lo compré por la portada.
Supongo que para aquellos que no hayan podido completar las etapas que el Coleccionable Azul dejó de editar, la presente historia representa el broche a los cómics clásicos de Spider-Man. Para mí, es uno de los mejores momentos de la última etapa de The Amazing Spider-Man que me gusta hasta la llegada de J.M. Straczynski, diez años después.
"El regreso de los Seis Siniestros" es una secuela de la historia clásica de Stan Lee y Steve Ditko. Dado el contenido de este arco argumental, lo habitual hubiera sido que la presente portada mostrara alguna épica batalla entre Spider-Man y sus enemigos. Sin embargo, Larsen se decantó felizmente por una representación algo distinta.
Si alguien no ha leído o no recuerda la historia quizás piense que el genial Dr. Octopus ha ideado algún ingenio para reducir el tamaño de nuestro amigo Spidey al del increíble hombre menguante
. Nada de eso. Larsen juega con el concepto de indefensión del héroe. Spider-Man se ve empequeñecido ante el peligro que supone la unión de los villanos y las consecuencias de los descabellados planes que han trazado.
Entrando en el juego que propone Larsen, vemos que ante un Spider-Man sorprendido y desconcertado se alzan sus enemigos, aparentemente más poderosos que nunca. La cajetilla de texto nos ofrece la alineación titular: El Buitre, Dr. Octopus, Mysterio, El hombre de arena, Electro, como miembros oficiales del grupo, y además se anuncia en letras grandes el nuevo fichaje estrella que viene a sustituir al fallecido Kraven: Con El Duende vuelven a ser Seis.
El Buitre se ve dominado por su ansia asesina. Su mirada es la de una urraca codiciosa. Él no puede esperar: matar a Spider-Man de inmediato es su única prioridad. Por su parte, el Dr. Octopus parece satisfecho de que todo haya salido según lo planeado. Pero sus últimas derrotas le han vuelto desconfiado. Quiere comprobar que el incunable es auténtico. Por lo tanto, extiende su manaza para comprobar el estado de la mercancía. No utiliza sus brazos hidráulicos para cogerlo, pues quiere catar el género de primera mano, mientras dos de sus tentáculos custodian la retaguardia de Spidey.
El genial diseño de Mysterio impide que observemos su expresión. Pero su lenguaje corporal no engaña. Por un lado, celebra su suerte. Por el otro, acerca su mano cautelosamente hacia el trofeo. Por su parte, El Hombre de Arena no quería verse envuelto en esta situación. Él se ha reformado, es un buen chico. Pero bah... esta oportunidad no se puede dejar pasar. Rápidamente convierte su mano en un mazo temible y se dispone a aplastar a su enemigo. Tan solo la molesta autoridad de Octopus ha evitado que Spider-Man sea ya una mancha azulgrana sobre la mesa.
El más interesante es el pensativo Electro. Con su dedo índice se dispone a molestar a Spider-Man, como si estuviera jugando con una hormiga antes de aplastarla. Desde luego, Electro tiene todo el tiempo del mundo. Si por él fuera, encerraría a Spidey en el cajón de los calcetines y se divertiría torturándole de vez en cuando, como un niño que le arranca las alas a una mosca. Hay tantas posibilidades... En contraste, El Duende preferiría fulminar de inmediato a su enemigo.
A pesar de los errores técnicos que se puedan sacar, me ocurre lo mismo que con la portada de Avengers dibujada por Cockrum y que envolvía a los héroes en aura de Korvac. El concepto me gusta tantísimo, que la ejecución, para mí buena, pasa a un segundo plano. En cualquier caso, me gusta mucho ese aire cartoonesco de Larsen y me parece una portada muy expresiva y atractiva, de las que me hacen comprar un cómic.
Dejando a un margen la portada en sí, este arco argumental supone el regreso del Dr. Octopus como villano digno, inteligente, audaz y peligroso. Así es, el buen Doctor llevaba demasiados años malviviendo en historias de perfil bajo, al servicio de las pobres ideas de Dennis O'Neil, Danny Fingeroth, Al Milgrom o Len Wein.
La presente aventura significó el último fogonazo del Dr. Octopus. Regresaría poco después en el Spider-Man de Larsen, en una horrible secuela de esta historia, así como en Spider-Man Unlimited... sin embargo sus días de gloria definitivamente habían quedado en el pasado y finalmente fue la carne de cañón escogida por la editorial para presentar a un nuevo y misterioso personaje, Kaine, por lo que llegaron incluso a asesinar al buen Doctor. Sirva entonces este "Regreso de los seis siniestros" como su último saludo en el escenario en muchísimo tiempo.
Nota: 8,75.
Saludos
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Tema: Las mejores portadas de la historia del cómic Marvel (II) Premio Mejor hilo 2012 (Leído 183729 veces)