Por mucho que odies a Slott, compararle con McFarlane es como comparar a José María Aznar con Adolf Hitler.
Claro que sí; a mí me simpatiza mucho más Adolf, la verdad. Pero es que soy de villanos más que de botarates
Y bueno, dejando de lado el humor negro
aunque el tema de Slott ni me va ni me viene (y es que Humberto actúa cual campo de fuerza impenetrable en lo que a Spiderman se refiere), si que estoy de acuerdo con que hasta La Conversación, esos primeros números de Amazing Spiderman me parece una de las mejores etapas que ha tenido nunca el personaje. Una de las grandes. No voy a decir un puesto, que hay muchas, y no caben todos los Conway, Lee, Ditko, Stern y compañía, pero en el orden que sea, la etapa de JMS está entre las más grandes.
1-Un villano impresionante que rompe moldes. Morlun.
2-Una revolución sin cagarse en todo. Origen totémico.
3-Un gran Peter Parker. Al fin madura.
4-Unos guiones y diálogos que son pura delicia.
5-Un personaje que al fin sirve para algo. Tía May. Que sea ella, o sea una señora de trebujena, me es del todo indiferente; al fin el personaje tiene una función en lugar de ser un cliché con patas y peluca blanca, que se queja, se pone mala, a la que hay que cuidar, y que forma parte de una generación ya difunta. En el Siglo XXI, a la tercera tontería, Peter la hubiera metido en un asilo.
Eso de una mujer con 80 tacos, dando por saco a su sobrino de treintaytantos, da un mal rollo que ni Chuck con Jean.
La conversación. Al fin la conversación. Y todos sabíamos que May pensaba que Peter era gay.
Esos primeros 8 o 9 números, son historia viva del trepamuros. El resto, efectivamente, no está al mismo nivel. Pero el comienzo es bestial. Ni nostalgia, ni de donde veníamos ni leches.