Leyendo vuestros comentarios sobre La Patrulla-X de Wein, Cockrum, Claremont y Byrne, hasta la marcha del último, cualquiera se puede dar cuenta de su calidad y de su importancia: un 10 en cada caso
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Voy a aprovechar el hilo para postear algo que escribí en otro sitio, y como no conseguí que ese sitio fructificase, aquí lo tenéis
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Marvel Gold. La Imposible Patrulla-X 1: ¡Segunda génesis! (Panini, abril de 2011) es el cumplimiento de un sueño largamente deseado: el inicio de la recopilación de La Nueva Patrulla-X en una edición completa, ordenada cronológicamente, en tamaño comic book y a todo color.
Corría el año 1975 cuando, en los EUA, Marvel Comics publicó Giant-Size X-Men 1 (con fecha de portada de mayo). La Patrulla-X, ese grupo de superhéroes formado por jóvenes mutantes reunidos por Charles Xavier, el Profesor-X, su mentor, llevaba años de capa caída. Solamente aparecía en series protagonizadas por otros personajes y grupos. Su propia serie regular, de cadencia bimestral, se limitaba a reeditar sus antiguas aventuras. En 1975, las cosas cambiaron, y mucho. Len Wein, a los guiones, y Dave Cockrum, a los lápices, presentaron, en dicho Giant-Size X-Men 1, un nuevo grupo de mutantes formado por tres personajes creados con anterioridad, Lobezno, Fuego Solar y Banshee, y cuatro nuevos, Coloso, Tormenta, Rondador Nocturno y Pájaro de Trueno; seis hombres y una mujer.
Una de sus principales características era la diversidad, tanto por los orígenes geográficos (teníamos un canadiense, un japonés, un irlandés, un ruso, soviético claro, una keniata, un alemán y un estadounidense) como étnicamente (ahí había, entre otros, un oriental, una mujer negra y un indio norteamericano). Las personalidades, aún por desarrollar, chocaban debido al mal humor que mostraban (¿con placer?) algunos de ellos.
En esa historia de presentación, el nuevo grupo, también reunido por Charles Xavier, tuvo que salvar al viejo. Y tras esa aventura, La Nueva Patrulla-X pasó a protagonizar la serie regular, a partir de The X-Men 94 (agosto de 1975). La colección seguiría siendo bimestral durante unos años. La mayoría de antiguos miembros del grupo (Chica Maravillosa, Ángel, Hombre de Hielo, Polaris, Kaos) y uno de los nuevos (Fuego Solar) abandonaron la formación. Del viejo grupo solamente permaneció el líder, Cíclope, aunque pronto se recuperó a otra antigua miembro, Chica Maravillosa.
Sus primeras aventuras no fueron nada del otro mundo. Se nota el cariño y la dedicación que pusieron sus creadores, Wein y Cockrum, pero las historias no destacaban especialmente. Lo mejor estaba por venir. Wein abandonó la serie y Chris Claremont asumió, primero, las riendas de los guiones (The X-Men 94, agosto de 1975) y, muy pronto, también el control de los argumentos (The X-Men 96, diciembre de 1975). Cockrum, dibujante imaginativo y buen narrador, siguió en la serie hasta The X-Men 107 (octubre de 1977). La serie no paró de mejorar en todos los aspectos.
Claremont y Cockrum, juntos, mataron a uno de los nuevos personajes; empezaron a desarrollar, poco a poco, la personalidad del resto de la formación; transformaron a Chica Maravillosa en Fénix; recuperaron a viejos enemigos del grupo (los Centinelas, Juggernaut, Magneto); e involucraron a La Patrulla-X en una larga trama cósmica en la que apareció una nueva raza extraterrestre (los Shi'ar), un grupo de aventureros espaciales (los Saqueadores Espaciales) y en la que el grupo llegó donde ningún hombre-X había estado nunca.
Antes señalábamos que un solo miembro del nuevo grupo era mujer. Así fue, pero la presencia de mujeres en la serie no paró de aumentar. Claremont ha destacado, en su carrera, por la creación y, sobre todo, el desarrollo de grandes personajes femeninos. De hecho, me atrevería a decir que, en los años en que Claremont controló el destino de los mutantes, la mayoría de nuevos personajes de la serie, miembros o no del grupo, fueron mujeres. En la primera historia de Claremont (sin argumentos de Wein), se presentó a la escocesa Moira MacTaggert. En principio, apareció como una ama de llaves pero escondía mucho más. Por otra parte, como ya he señalado, recuperaron a Chica Maravillosa, a la que los autores transformaron de pies a cabeza en The X-Men 100 y 101 (agosto y octubre de 1976), rebautizándola como Fénix. Renació así, literalmente hablando, un viejo personaje que asumió nuevos y, a la larga, terroríficos poderes, y unos rasgos de personalidad menos estereotipados. Respecto a Tormenta, se empezaron a mostrar aspectos de su pasado y el padecimiento de claustrofobia. También presentaron a Lilandra, princesa de los Shi'ar, que vivió una historia de amor con Charles Xavier.
En The X-Men 108 (diciembre de 1977), los lápices de la serie pasaron a manos de John Byrne. Con él, la serie alcanzó la cumbre. Byrne terminó la saga cósmica iniciada por Cockrum e, igual que su predecesor, se involucró en los argumentos de la serie. Por su parte, la serie adquirió periodicidad mensual a partir de The X-Men 112 (agosto de 1978).
Claremont y Byrne, juntos, realizaron una historia donde presentaron un personaje del pasado de Lobezno (Arma Alpha). Y aquí empezó lo mejor. Los autores se embarcaron en una serie de aventuras, absolutamente trepidantes, sin tregua para los personajes ni descanso para los lectores. A partir de The X-Men 111 (junio de 1978), la serie se convirtió, para quien escribe, en una obra maestra del cómic
mainstream. Recuperaron a otro viejo enemigo de La Patrulla-X (Mesmero); nos mostraron a un terrorífico Magneto; separaron a Fénix del grupo; embarcaron al resto de la formación en un viaje que les llevó a la Tierra Salvaje (donde nos reencontramos con Ka-Zar y Zabú), Japón (donde volvimos a ver a Fuego Solar y conocimos un nuevo interés amoroso para Lobezno, Mariko Yashida) y Canadá (donde asistimos a la presentación de un nuevo grupo, Alpha Flight); y fueron desarrollando la relación entre Charles Xavier y Lilandra, mientras ahondaban en el pasado del mentor. El grupo, lejos de su hogar, adquirió una unión que lo convirtió en una familia, en la que no desaparecieron las tensiones.
Marvel Gold. La Imposible Patrulla-X 1: ¡Segunda génesis! es el primer número de una colección de tomos a la que deseo un magnífico futuro comercial. Sólo me queda desear la próxima aparición de un nuevo volumen, que recopile los núm. 122-143 de la serie, sus anuales 3 y 4 y toda historieta extra que Panini tenga a bien incluir en el tomo (si puede ser, las protagonizadas por Fénix y Rondador Nocturno en Bizarre Adventures 27 y las últimas páginas del especial Phoenix: The Untold Story). De esta manera, tendremos el resto de la etapa dibujada por John Byrne en la edición que se merece. La serie y sus seguidores no nos merecemos menos.