Pues yo me acabo de zampar de un tirón dos peliculones ochenteros:
"Flash Gordon" y
"Q, la serpiente voladora".
De
"Flash Gordon" sólo diré que me lo he pasado en grande revisándola. ¡Madre mía! No recordaba lo divertida que era. Hacía tiempo que no veía tantos colores juntos en la pantalla. ¡Menudo viaje psicodélico! Que aprenda Branagh y su (más que soso) "Thor", porque a colores nadie le gana a Flash.
¿Y qué decir de la B.S.O. de Queen? ¡Qué grandes!
¡Flash...a-ah, savior of the universe! ¡Flash...a-ah, he'll save every one of us! Impagable espectáculo (y, por cierto, que rica estaba Ornella Muti por aquellas fechas).
En cuanto a
"Q, la serpiente voladora" pues me he llevado una gratísima sorpresa, pues tras la apariencia de mera y vulgar película con bicho mitológico al canto se esconde una historia muy, muy crítica con la sociedad moderna en la que vivimos (a pesar de que la peli tiene ya más de 20 años). Al margen de eso, Larry Cohen, su director, productor y guionista, aprovecha la ocasión para ofrecernos unas bellísimas imágenes aéreas de la isla de Manhattan (en teoría están filmadas desde el punto de vista del monstruo, se entiende), amén de grandes dosis de mala uva: casi ningún estamento de la sociedad se libra de recibir lo suyo (ya sea a manos... digo, a garras de la alada serpiente, ya sea a
través de la ácida mirada del señor Cohen). En definitiva, una peli muy, muy recomendable: entretenida y crítica al mismo tiempo... y si además os entusiasma (como a mí) los efectos especiales a lo Harryhausen, pues no lo dudéis un segundo más, ésta es la vuestra.