Al hilo de todo esto, compañeros, me gustaría resumir mi opinión acerca de esta noticia en estas lineas:
Si una persona pública, que ostente algún tipo de poder gubernamental o político, o educador, hace estas declaraciones en una conferencia o mitín relacionado con su vida laboral, con ideas polémicas y aberrantes de ese tipo (homosexualidad=enfermedad), creo que debería dimitir de su cargo (político, gobernante, diputado, etc) de inmediato.
Pero si una persona con ese tipo de "ideología" retrógrada y ofensiva, mientras que esta no influya en su trabajo ni ostente este un cargo de poder o influencia política o en los medios, ya hablemos de un fontanero, un albañil, o un escritor de ficción, si como digo esta ideología no incide en su trabajo ni en su obra, no creo que deba ser perseguido en su vida laboral por su triste vida personal, intolerante y ofensiva, sí, pero que se queda en casa y en lo privado.
No me sé la vida de este autor, pero en las obras suyas que he leído, no he encontrado ni una sola crítica o propaganda anti homosexual, así que en principio, mientras deje sus neuras en casa, no veo correcto censurarle por su ideología privada en su vida laboral.
Me parece irrisorio que hoy día se pueda leer
Mein Kampf, y que se pretenda censurar las aventuras de Superman.
Y respecto al boicot en sí, está tan feo como que a mí me echaran mañana de mi trabajo por ser comunista o republicano, sin jamás haber hecho una alusión a ello en mi trabajo o sin que mi ideología incida en el mismo.
Para mí es ni más ni menos, que una cuestión de principios y de derechos humanos fundamentales. Todo lo demás, es embarrarse al mismo nivel y entrar en absurdos y delitos graves sobre la integridad de una persona.
Me opongo a que se juzgue a una persona en su vida laboral por sus creencias, ideologías u orientación sexual.