Murieron con las botas puestas (1941)Realmente magnífica película de Raoul Walsh en este biopic idealizado de Custer que nos cuenta desde su ingreso en West Point hasta su final en Little Big Horn. La película muestra a un Custer indisciplinado e irreverente pero al mismo tiempo valeroso, decidido, osado y agresivo en el combate, cualidades que le harán ascender rápidamente.
Desde el punto de vista bélico la parte de la guerra de secesión no tiene gran cosa, una primera gran acción tomando un puente y luego en la batalla de Hanover, cerca de Gettysburg, dirige sucesivas cargas de caballería pero desgraciadamente no se muestra el efecto de las cargas, solo los arranques. La batalla final con la cabalgada, la emboscada de los indios y el combate final es buena y está muy bien contada.
La película tiene un ritmo narrativo fantástico, intercalando el romance y te atrapa desde el primer momento, con Errol Flynn pletórico en sus mejores años. Una gran aventura que consigue rozar la épica y que idealiza la figura de Custer como héroe lo cual desde la perspectiva de 1941 era perfectamente válido. Comparándola con “La última carga de la brigada ligera” de Curtiz a esta película le veo más empaque en su conjunto.
Puntuación: 8
Fort apache (1948)Versión camuflada y libre de la leyenda del séptimo de caballería y de la batalla de Little Big Horn. En la figura del teniente coronel Owen Thursday se personaliza a Custer interpretado por Henry Fonda. (De nuevo Ford, Fonda y algunas tomas en Monument Valley para deleite de nuestro amigo Sergio Leone y todos nosotros por supuesto)
La caracterización de Fonda de este personaje como militar inflexible y exigente es prodigiosa y es uno de los elementos que hace de esta película un gran western para el recuerdo y al coronel Owen como uno de los mejores personajes de la historia del western. Una historia contada con fluidez excepcional que te atrapa desde el principio. La verdad tiene tanto que contar que voy a elegir alguna secuencia.
La llegada del coronel al fuerte interrumpe un baile en conmemoración de George Washington, el Capitán York (J.Wayne) le hace los honores a la recepción, Owen empieza a definirse en tono inflexible sin embargo mientras responde sus preguntas toma a la misma hija del coronel y sigue bailando restando atención al coronel, quien entendiendo que su actitud resulta intrusiva y está fuera de lugar en ese momento se retira. Al día siguiente por supuesto se despachará a gusto con todos sus oficiales. La película está llena de soluciones narrativas ingeniosas y muy bien resueltas, con buenos personajes aunque hay que recordar que pertenece al contexto de los años 40, tiene los elementos femeninos de rigor para adornar la historia e incluso alguna canción. En las veces que he visto esta película nunca me recuerda al general Custer y es que realmente esta historia poco o nada tiene que ver con ese personaje.
En este caso la lucha es contra los apaches y la batalla final no está mal aunque prefiero la de Walsh, sin embargo como película prefiero esta.
Puntuación: 8,5
La última aventura del general Custer (1967)Está película la tengo hace tiempo pero no la había visto, supongo que como sabía que el sello de la edición es una patata, no le he hecho mucho caso, es esta
http://www.dvdgo.com/dvd-la-ultima-aventura-del-general-custer/1274650/4861es de RSR multimedia, y pertenece a esa serie de ediciones impresentables que tanto abundan en nuestro mercado de cine doméstico, pero el caso es que con la propuesta de Cimmerio era la excusa perfecta para verla y la verdad es que tiene bastantes cosas interesantes que comentar dentro del contexto del hilo.
Es una película de Robert Siodmak quien es un director de la vieja guardia que tuvo sus mejores momentos sin duda en los años 40 y esta fue de sus últimas películas. Aquí se encontraba dentro de la encrucijada que comentábamos recientemente Laszlo y yo. Se encuentra en 1966, intentando hacer una película con el espíritu de la nueva ola siendo un creativo con 66 años de edad (nació en 1900) en el ocaso de su carrera y en mi humilde opinión la película es muy irregular y tiene varios problemas y el principal de ellos, es el propio Siodmak. Voy a intentar explicarme.
La película está concebida para ser una producción dentro de los nuevos conceptos del cine de los sesenta, y desde ese punto de vista la película ya no podía ser un biopic rosa como el de Errol Flynn, se quisiera o no, ahora era necesario entrar mas a fondo en el personaje, intentar mostrar sus verdaderas motivaciones y su interrelación con la política de la época y sobre todo explicar su postura frente a los indios con una dosis critica de realismo acorde a los nuevos tiempos, sin embargo el posicionamiento del film deja mucho que desear.
La caracterización de Robert Shaw es aceptable dentro del papelón que tiene que resolver, y es que el punto de vista de esta adaptación resultó decepcionante. Con el fin de preservar la figura de Custer se cometen dos tipos de manipulaciones. La película no es que quiera esconder las atrocidades realizadas por Custer contra los indios, pero lo que si hace es justificarlas constantemente, no solo eximiendo a Custer de toda responsabilidad sino además ensalzándolo como héroe indiscutible y por si esto fuera poco también se le presenta como figura que entiende el problema indio y los defiende…
Como ejemplos de esto, la película se esfuerza en los momentos clave en insistir que a la hora de “desalojar” a los indios, siempre cumplía órdenes directas procedentes de ambiciosos políticos y que él solo es un militar obediente. De hecho su superior, Sheridan, insiste con la famosa frase “el único indio bueno es el indio muerto”. Es curiosa esta obediencia cuando Custer siempre fue el militar más indisciplinado, temperamental y osado de los USA, y siempre se ha dicho que su principal motivación fue la gloria de la victoria, cosa que si se refleja en la película pero en otros momentos. Se escenifica un ataque a un campamento indio con mujeres y niños donde se ve como una mujer india dispara primero con un rifle contra un soldado matándolo antes de ser asesinada (huy no, es un acto defensivo). Asimismo mientras se produce el ataque, ordena escribir irónicamente una carta a su superior indicando que la victoria ha sido fácil entre otras cosas porque las mujeres y los niños no han opuesto mucha resistencia, en un claro “me lavo las manos de esto que me habéis obligado a hacer”. Lo mejor es cuando va a verle el jefe indio y Custer le explica que su expulsión no es nada personal, es un acto militar de un ejercito superior a otro, que la culpa de lo que suceda la tendrá exclusivamente el retraso tecnológico de su tribu y además añade que lo que los USA van a hacer con ellos es lo que ellos han hecho con otras tribus que pudiera haber habido antes en sus asentamientos, quitarlas de ahí por la fuerza de la superioridad. Como se puede ver Custer nos ofrece todo un despliegue de moralidad y legalidad justificando el asesinato en masa de tribus indias y la ocupación indiscriminada de territorios.
Mas aun, se tergiversa la comparecencia de Custer en el congreso haciendo ver que él va allí a declarar contra los hombres poderosos que se están haciendo ricos a costa del exterminio de los indios por el ferrocarril, territorios, contratas etc..
La segunda parte de las manipulaciones es de índole militar, concretamente en Little Big Horn, donde la película de nuevo encubre todos los posibles errores de Custer para justificar que perdiera en esa batalla. Primeramente cuando su superior el general Sheridan le comunica que tiene que luchar contra Siuox y Cheyennes muy superiores en número el se muestra cautelosamente crítico (como haría cualquier persona sensata, vamos). Al comienzo de la batalla la película evidencia un error táctico grave de su oficial que ordena mover a la columna mientras Custer está parlamentando dando a entender que por esa acción se metieron en la boca del lobo y finalmente se deja entrever que el resto de sus fuerzas que se habían quedado atrás mientras Custer inspeccionaba no supieron responder a la gravedad de los hechos. El final siendo Custer el último superviviente y ordenando a los indios que carguen contra él es…, no se como es, no tengo palabras, ni siquiera en los años 30 ó 40 tenían la indecencia de rodar un final así.
La realidad de esto es que Custer fue solo a por el enemigo adelantándose al resto de los ejércitos que participaban en esa campaña porque quería llegar el primero y tener la gloria rehusando a llevar las ametralladoras Gatlings porque su transporte le hubieran retrasado, no solo eso sino que llegado el momento dividió sus fuerzas de 600 efectivos con el mayor Reno y el capitán Benteen, reduciendo totalmente su capacidad ofensiva. Evidentemente ningún cronista de aquella batalla afirma que por error de un oficial suyo, Custer se metiera en una emboscada como afirma la película.
Queda evidenciado que en el fondo prevalece sobre todo la vena patriótica de la defensa del héroe nacional y el director alemán sucumbe a los prerrequisitos previos, digo mal, Siodmak no sucumbe a nada y esta es la clave de todo. Hace poco en el hilo bélico ha salido “la carga de la brigada ligera” un desastre bélico presentado tradicionalmente como una carga heroica, como en la versión del 36 también por Errol Flynn de Michael Curtiz, que al igual que la comentada “Murieron con las botas puestas” en ambos casos se escenifica heroicamente el hecho histórico eliminando consideraciones “molestas” para hacer la adecuación al contexto de los años 30 ó 40. ¿Porque razón no puede hacer Siodmak algo parecido, sobre todo cuando desde su punto de vista es lo que se ha hecho toda la vida? ¿Quién le puede objetar nada cuando él lo único que ha hecho es lo normal?, simplemente hace lo mismo que hizo Curtis y que hizo Walsh o sea lo mismo que se había hecho siempre en el cine que el conoce, contar una bonita historia de heroísmo obviando o cambiando las cuestiones escabrosas, ofensivas, crudas, pero sobre todo quitando cualquier cosa que pueda ir contra la imagen de un héroe nacional. Cuando Tony Richardson revisa “la última carga” en 1968 contará las cosas de otra forma lo mismo que hará Arthur Penn en 1970 con esta historia en la película “Pequeño gran hombre” que luego comentaré. Pero hay una diferencia muy grande entre Richardson y Penn con Siodmak y es que son directores de la nueva ola, ven el mundo de otra forma y lo que para Siodmak es normal para ellos es inaceptable. Solo añadiré que la dirección de esta película fue rechazada por otros directores anteriormente, entre ellos Akira Kurosawa.
Haciendo un gran esfuerzo de concentración para abstraerme mentalmente de todas las cosas que he comentado puedo intentar comentarla como película de ficción.
Como he dicho la interpretación no está nada mal, mi secuencia favorita es el diálogo de Custer con Mulligan (interpretado por Robert Ryan) en la prisión, tiene muchas buenas secuencias resueltas al estilo de antes pero intercala soluciones narrativas propias del cine actual del momento pero creo que mal resueltas.
Por ejemplo, la película tiene dos interesantes secuencias de acción en primera persona de planteamiento muy original como son la del carromato con dos hombres, lanzado por un camino en descenso descontrolado y la bajada del soldado por el canal de agua. Ambas están resueltas de forma muy tosca, son excesivamente largas y reiterativas evidenciando muchas carencias sobre todo la primera, sin embargo a pesar de ello son originales.
Curiosamente prefiero la batalla de Little Big Horn de Walsh que esta, además que el final de esta es excesivo como ya he comentado.
Con todo creo que esta película para mi ha sido todo un hallazgo y es un eslabón muy sintomático e ilustrativo de la evolución del cine en los 60
Puntuación: 6
Pequeño gran hombre (1970)Little big Man - Little Big Horn, con este juego de palabras Arthur Penn adapta la novela de Thomas Berger y nos invita a esta profunda reflexión contada en clave de tragicomedia acerca de la historia de los indios y de su inevitable final. Después de ver esta película parece como si la versión anterior de 1967 de Siodmak, en vez de estar separadas por tres años estén separadas por tres siglos a todos los niveles. En la adaptación, el guión, la puesta en escena, la fotografía, la narrativa, la interpretación, absolutamente en todo pero sobre todo en el sentido de las ideas y la concepción de las cosas. Arthur Penn fue otro de los realizadores de la nueva generación que contribuyeron a redefinir conceptos en el cine de los sesenta con películas como “El milagro de Anna Sullivan”, “la jauría humana”, “Bonnie and Clyde” o “el restaurante de Alicia” aparte de sus comienzos con cosas interesantes como su personalísima visión de Billy el niño en el “El zurdo”. Siempre me he preguntado como habría sido su versión de “El tren” si Burt Lancaster le hubiera permitido terminar la película.
La historia ofrece un punto de vista inaudito desde un personaje blanco e indio al mismo tiempo lo que permite introducir al espectador en ambos mundos, está interpretado por Dustin Hoffman en su mejor momento. Custer no es protagonista de nada en esta historia solo es el artífice de la vorágine destructiva del hombre blanco. La imagen que esta película ofrece de Custer es sinónimo de genocidio, y su caracterización es la de un patético megalómano de opereta. La sátira e ironías mas descarnadas están presentes en toda la historia.
Por cierto a pesar de los excesos tragicómicos de Custer en la batalla final, me da la impresión de que la representación de la batalla de little Big Horn de esta película es la mas fiel de todas.
Creo que lo mejor que puedo decir de esta película es que es altamente recomendable y merece ser vista
Puntuación: 9