Matrix Reloaded y Matrix Revolutions son buenos ejemplos de como prostituir hasta el infinito una película decente. Dos truños considerables que se intentan ir de guays y profundos.
La primera está bien, sin ser la obra maestra que todos piensan que es en mi opinión, ya que al fin y al cabo y según dicen las malas lenguas, es casi casi un plagio.
Pero está bien hecha, todo sea dicho, sobre todo los efectos (para mí, la única de las 3 en las que está bien usado el llamado "efecto bala"), sin llegar a los bailes absurdos de la segunda, ni la pelea de Dragon Ball Z de la tercera.