He leído Usagi Yojimbo de Fantagraphics Nº 1.
Me regalaron el tomo hace ya algún tiempo y la verdad es que tenía curiosidad por acercarme a la obra de Stan Sakai, de la que tan buenas críticas había leído. Una de las cosas que me ha sorprendido es que el recopilatorio es en blanco y negro. No sé por qué, pensaba que era una serie en color. La otra cuestión es que también pensaba que era una obra de corte humorístico, de hecho, en varias ocasiones se cuela la creación más famosa de Sergio Aragonés, Groo, a la que también está ligado el autor, como rotulista. No solo hay menciones, sino que el personaje aparece en alguna ocasión aislada, o incluso vemos a alguien que sospechosamente se parece mucho a Aragonés, o hay una historia que es un claro homenaje al bárbaro que más ha errado a lo largo de la historia del cómic. No obstante, a diferencia del entrañable Groo, Usagi es un personaje mucho más serio, el cual nos introduce en la Japón feudal y el mundo de los samuráis, regidos por el Bushido, un código de honor. A pesar de utilizar como protagonistas a animales antropomorfos, el autor realiza una interesante representación de la cultura japonesa, destacando por encima de todo el honor y las aventuras de un samurái sin amo, un ronin, que vivirá todo tipo de peripecias y conocerá a una serie de amigos y enemigos que completarán el plantel de secundarios de una obra con una calidad muy alta y que a pesar del gran volumen de este recopilatorio se me ha pasado la lectura en un suspiro.
El tomo recopila la primera etapa de Usagi dentro de la editorial Fantagraphics, que se completa con un segundo volumen, recuperando la primera década de Usagi en los cómics. A pesar de todo, hay que decir que es una lectura bastante autoconclusiva. De hecho, la serie tiene muchas similitudes con Groo, teniendo en parte un esquema similar. Como ronin, Usagi es un samurái errante, sin amo y sin hogar fijo, por lo que realiza un vagabundeo constante. Esto nos permite que cambie de escenario constantemente, y los diferentes relatos nos introduzcan en la rica cultura japonesa, tanto en aspectos sobrenaturales como terrenales y políticos, o todo lo relacionado con las artes marciales. Aunque la figura del samurái es el eje de la serie, también tenemos ninjas, conspiraciones entre clanes por el poder del shogunato, así como aventuras mas triviales en apariencia, que acabarán escondiendo alguna reflexión o enseñanza. Se nota que Sakai conoce bien la cultura japonesa, de manera que mi sensación general es la de estar leyendo un manga, en lugar de un cómic americano más. Obviamente, influye las raíces del autor, pero no deja de llamar la atención la fidelidad con la que trata muchos de los temas. hay mucha sangre, decapitaciones, guerras de clanes y batallas campales, incluso muertes de los personajes, en una traslación bastante fidedigna de lo que era el Japón feudal, o de lo que hemos podido ver representado en el cine o la literatura. El propio Sakai admite ser un admirador Akira Kurosawa, algo que se aprecia desde el primer momento, aunque presupongo que no será la única. No sé si es parte de mi obsesión por ver algo que no hay, pero yo juraría que ha colado algún guiño a los seguidores de Dragon Ball, incluyendo como viandante en una de las primeras historias a unos de los ninjas de la serie de Toriyama, o eso me ha parecido ver a mí. El ninja de la saga de la torre concretamente, del ejército de Red Ribbon.
Como decía antes, la serie tiene un esquema muy similar al de Groo. De hecho, yo creo que es sustituible en muchas ocasiones ambos protagonistas. Tanto es así, que la serie se va desarrollando con un patrón muy parecido. Primero con historias autoconclusivas, guiño incluido a Lobo solitario y su cachorro, y de corta duración, presentando incluso a ciertos personajes que tendrán cierta relevancia en el futuro. La única gran diferencia quizá es la trama que se va cociendo a fuego lento como argumento secundario, que está relacionada con el origen de Usagi y cómo se convirtió en un samurái sin dueño, tras morir éste en una batalla entre dos señores rivales. Esto nos llevará sagas más elaboradas y con mayor páginas de desarrollo, con diferentes arcos argumentales para las diferentes aventuras de Usagi. Aunque siempre con cierto tono autoconclusivo, la serie demostrará que unidos todos los capítulos forman un tapiz mayor y mucho más interesante, con personajes que van y vienen, amigos, enemigos, aliados y conspiraciones. Como la serie de Groo, pero con más cuerpo, en mi opinión, por definirlo de algún modo.
Gráficamente, Sakai hace un gran trabajo. Que sus personajes sean animales a veces le quita un poco de dramatismo a ciertas situaciones, sobre todo al principio. Destaca esa forma de representar las muertes en muchas ocasiones, con un tono ciertamente caricaturesco. No obstante, me gusta mucho la coreografía del artista en las escenas de pelea, por ejemplo, así como la narrativa secuencial. Sí es cierto que tiene ciertas carencias, muy similares con las de Aragonés, y que destacan quizá por elegir ambos un estilo propio de dibujos animados que a veces nos recuerda a series clásicas como La vuelta al mundo en 80 días y Los tres mosqueperros. Sin embargo, el tratamiento y la construcción de los personajes consigue hacernos conectar con los protagonistas emocionalmente en algún punto, sin que acabe teniendo la menor importancia si son animales o no. La historia es muy buena, los personajes están muy bien conseguidos y la lectura es muy divertida. Sinceramente, si hay alguien interesado en el mundo del samurái y el género oriental de artes marciales o lucha con espadas, esta es un opción tan buena como cualquier otra. Yo he disfrutado muchísimo, me he enganchado totalmente a la serie, y ya estoy deseando hacerme con el segundo tomo, para disfrutar de él. Ojalá sea muy pronto...