El otro día me pillé el primer tomo, y me pasó una cosa muy curiosa. Lo cogí de la estantería y se lo di a mi novia para que me lo aguantara mientras echaba un vistazo a las grapas viejas, buscando algunas para completar. Llevaba unos minutos ojeando los cómics cuando me giré para ver qué estaba haciendo. Me extrañaba que no se quejara de que estaba tardando mucho. Y la vi leyendo el tomo que le acababa de pasar.
-No te preocupes. Tarda lo que sea -me dijo sin levantar la mirada del cómic.
Finalmente, salimos de la tienda y no paraba de decirme que volviéramos a casa, que tenía cosas que hacer. Nada más entrar, saca el tomo de la bolsa, se sienta y se pone a leerlo.
No pude ni tocarlo hasta que lo hubo acabado. Cuando lo cerró, me miró y me dijo: "Vamos a por el segundo".
Total, que lo recomiendo muchísimo. Y si lo leéis por la noche y a solas, os aseguro que algunas cosas dan miedo de verdad. De ese miedo que te hace poner la tele aunque sólo sea para ver a las del tarot...