Lo bueno que tiene All Star Superman, para empezar, es que es una obra cerrada que no necesita de cómics anteriores ni posteriores. Se lee y disfuta sólo con lo que hay entre las tapas. Digamos que no es como Kingdom Come o Crisis en Tierras Infinitas, que muchas de sus virtudes están en conocer a los personajes antes. Aquí no es así, los personajes regulares de la serie se definen en dos líneas con una personalidad simple y precisa, y se añaden muchos personajes que son fáciles de reconocer pero que nunca antes habían salido en la historia: Zibarro, Sansón, Quintum, etc.
Morrison reinventa el género de superhéores destrozando todo el tono "fascistoide" (con comillas) del género. Elimina toda la violencia innecesaria, todo el espectáculo de hostias gratuito, el "aquí mando yo porque soy el fuerte"... Tampoco recurre al superhéroe solitario al que la humanidad odia o del que desconfía. Este Superman es exageradamente de izquierdas (de ahí la ironía del monstruo morado de las primeras páginas, con el guiño a los 4F). Detiene invasiones extraterrestres y demás, pero creo que es la primera vez que se ve a un superhéroe cuya principal preocupación es curar a niños con cáncer o salvar a una gótica suicida. Un superhéroe a pie de calle, que intenta resolverlo todo hablando. Se preocupa en reinsertar al mayor villano de la humanidad antes que condenarlo a la silla eléctrica.
Soy muy pesado, pero cómo odio la asquerosa rotulación de Planeta en este cómic. Destroza completamente el cómic, lo convierte en uno más.