Al fin he leído la ''magnífica'' etapa/cosa de O'neil en Amazing Spider-Man. Pero qué cosa más sosa... esta etapa es una sucesión de números de relleno en los que sólo tiene importancia la peleilla de turno contra el villano, y encima esta no es ninguna maravilla. Anodina como pocas, y de Peter Parker sólo tiene las páginas con Debra Whitman, chavala que más pena no puede dar, pues sólo aparece para recibir los plantones y espantadas de Peter.
Eso sí, destaco de todos estos números el Amazing 210, que es de lo mejor que he visto gráficamente en el trepamuros: Don John Romita Jr. entintado por Joe Sinnot . Además suponía el debut de Madame Web, y el número tampoco estaba nada mal. Y si miramos a los otros artistas que intervinieron durante la era O'Neil.... vaya tela, Alan Kupperberg
PD: Odio a Hydroman, al Hombre de Barro y a Sadie.
Coincidirás conmigo que esta etapa eleva a los altares a las a menudo infravaloradas etapas de Len Wein y Marv Wofman.
Verdaderamente, hubiera sido muy difícil hacerlo peor que O´Neil. Es curioso cómo Amazing Spiderman, hasta el momento la serie más sólida y con menos altibajos de Marvel, sufre un enorme bajón de calidad en este periodo de 1980-81, mientras que en esos momentos otras series ya habían empezado una gran etapa de esplendor, como puede ser el caso de la etapa de David Michelinie, Bob Layton y John Romita Jr en Iron Man, la etapa de Chris Claremont y John Byrne en Uncanny X-Men, la de Bill Mantlo y Sal Buscema en Incredible Hulk (aunque en este caso la etapa anterior de Roger Stern y Buscema también es excelente), la de John Byrne en 4F, o la de Frank Miller en Daredevil. Amazing tardaría un poco más en volver a tener una etapa gloriosa, 1982, con la llegada de Roger Stern.
En mi caso, descubrí la etapa de Denny O´Neil en los dos tomos de Tesoros Marvel dedicados a Spiderman, y me pareció un horror. Si tuviera que elegir el peor número de todos, probablemente sería el Amazing 221, "Un blues para Pinky el solitario", en el que Spiderman se enfrenta a Ariete. Además, la versión de Tesoros Marvel contenía algunos detallitos que provocaban vergüenza ajena, como por ejemplo insultos gratuitos (como por ejemplo "Spiderman de mierda", o "Spiderman, sólo un mamón como tú se atrevería"). O la canción de Pinky el Solitario, traducida al castellano, y que servía para aplacar la hostilidad de una turba intoxicada por un brebaje, cual flautista de Hamelín. Al final Spiderman les echa un antídoto en sus cubatas, y todo vuelve a la normalidad. El mérito fue el gran esfuerzo de Pinky el Solitario, que fue capaz de tocar la guitarra durante horas, consiguiendo que la turba no provocara el caos en el bar. Desde luego, O´Neil se coronó con esta historia
Y para como, el dibujo es de Alan Kupperberg
La historia que sí me gustó de esta etapa es esa en la que pelean Spiderman y Namor en un barco, el Amazing 211 USA. Claro, que el dibujo de John Romita Jr y Joe Sinnot también acompaña. Pero me encanta cuando el arácnido desarrolla todo su potencial, siendo capaz de toserle al mismísimo Hombre Submarino en su propio elemento (en un barco, junto al mar).