Bueno, pues por fin llego al final. Fuera de tiempo, pero llego.
5º.- La etapa de Kurt Busiek, Roger Stern y Sean Chen. La peste de la Encrucijada había dejado hecho polvo al Hombre de Hierro. Literalmente, lo había dejado para chatarra. Terry Kavanagh había conseguido el dudoso honor de ocupar un lugar al lado de los Obadiah Stane, Justin Hammer y demás enemigos del Hombre de Hierro. Con decir que gracias a él, el fiasco del Heroes Reborn puede hasta presumir de tener como mérito el haber traido de regreso a un Stark adulto, creo que está clara mi opinión sobre el tipo de papel que los tebeos de Kavanagh han desempeñado en la historia del Hombre de Hierro: el de papel higiénico.
Por este motivo, cuando se planteó la necesidad de buscar nuevos equipos creativos para el Heroes Returns, una de las cuestiones más jodidas que se plantearon fue la del Hombre de Hierro. Después de lo sucedido, posiblemente era la situación más peliaguda de resolver.
Harras y Breevort tenían clara la premisa de restablecer la continuidad del Tony Stark adulto, y sobre esta premisa era la que tenía que trabajar el equipo que se contratase. Los elegidos serían Kurt Busiek y Sean Chen, aportando cada uno de ellos una faceta diferente de lo que se pretendía obtener como resultado.
Kurt Busiek llegó a la serie por varias circunstancias. La primera, la misma por la que le contrataron también para los Vengadores: el reconocimiento y los resultados alcanzados con los Thunderbolts y el respeto de los aficionados obtenido con Marvels. La segunda fue que además conocía perfectamente al personaje: antes de Marvels, el propio Busiek había llegado a proponerse junto con Alex Ross para sustituir a Byrne y hacerse cargo de la serie antes de la llegada de Kaminski y Hopgood. Su opción fue desestimada en aquel entonces, aunque seguro que hubiera estado bien ver lo que hubieran hecho Busiek y Ross con el personaje.
Sean Chen llegó para cubrir el apartado tecnológico del tebeo. Aparte de ser un dibujante muy prometedor en aquel momento, Chen venía de dibujar un montón de armaduras en Valiant, dentro de aquella serie llamada X-O Manowar. Su toque tecnológico no se limitaba sólo al aspecto funcional de la armadura, sino a las perspectivas en pantalla que visualizaba su portador, el dibujo del hardware utilizado, etc. Algo parecido a lo que había hecho Hopgood, pero mejor. La modernización alcanzaba incluso al aspecto físico del personaje. El bigote a lo Errol Flynn creado por Heck, era sustituido por una perilla más acorde con las modas imperantes del momento.
De acuerdo con la premisa establecida, Busiek y Chen trajeron de regreso al tebeo al Tony Stark adulto, montándose la necesaria pirueta argumental para explicar de cara al exterior que su supuesta muerte había sido en realidad un secuestro del que había sido recientemente rescatado por el Hombre de Hierro tras su regreso del Universo Heroes Reborn. Todo esto era explicado en el primer número de la nueva serie, durante la conferencia de prensa en la que Stark anunciaba su regreso y su intención de no recuperar la actual Stark-Fujikawa de sus actuales propietarios, sino montar en su lugar una nueva empresa alejada del marco operativo en el que antes habían funcionado Industrias Stark, Stark International o Empresas Stark. Ahora, la nueva Stark Solutions estaba orientada al consulting tecnológico.
El número era además un regreso con todas las de la ley, captando perfectamente el espíritu de Tony Stark que se había perdido en los últimos tiempos, lleno de invitados acordes con el nivel de pasta y el universo en el que siempre se había movido Stark, y con la vuelta a la Costa Este, donde no había residido el personaje desde su marcha en la época de O´Neill.
Por otra parte, ningún relanzamiento del Hombre de Hierro podía considerarse como tal si no iba acompañado de una nueva armadura para celebrar el evento. En este caso, tras un montón de diseños fallidos, Busiek, Harras y Breevort decidieron utilizar la armadura que los propios Busiek y Ross habían presentado años antes cuando ambos habían estado a punto de hacerse con las riendas de la serie. Como característica más notable, la nueva armadura presentaba el regreso a las máscara facial puntiaguda creada por Ditko, si bien al diseño original de Busiek y Ross se le acabaron añadiendo algunos retoques y efectos luminosos por parte de Chen a fin de que éste pudiera darle su propio toque a la nueva armadura. Para irónica sonrisa de Busiek, que siempre ha considerado esta cuestión como una verdadera pollada, su armadura también ha acabado recibiendo un nombre, siendo conocida como Armadura Retro (Modelo XXIII, Mark I y II).
Sólo hubo una cosa en este regreso que nunca recibiría solución: la pertinente explicación a lo sucedido con el Tony adolescente y el regreso al Tony adulto tras los sucesos de la Encrucijada. En un principio, Busiek decidió no explicar esta circunstancia a fin de no entorpecer la trayectoria inicial que tenía pensada para reincorporar al personaje al Universo Marvel. Su intención era resolver esta cuestión más adelante, en una serie limitada al estilo de Avengers Forever que se iba a llamar IM: Look Back in Armor, en la que se explicaría por qué el Tony Stark adulto que había regresado del universo Heroes Reborn poseía todos los recuerdos del Stark que había muerto en la Encrucijada. Sin embargo, como hoy es ya sabido, esta serie nunca llegó a escribirse ni a publicarse. Otras tramas pendientes, como el destino de la original armadura Máquina de Guerra, las muertes de las diferentes Madame Máscaras, o el misterio de Benedict y de la Máscara que había aparecido con los Vengadores, sí fueron perfectamente solucionadas por Busiek, ya fuera dentro de la propia serie o en la de los Vengadores, no así esta otra cuestión, que a día de hoy ya puede considerarse olvidada y finiquitada con aquel pequeño miniresumen del Anual 2001 de los Vengadores, que en el fondo creo que poco vino a explicar.
Aunque admirador declarado de la etapa de Goodwin en la serie, para bien o para mal, Busiek decidió enfocar la serie como una evolución del modelo clásico de Stan Lee, si bien adaptando ese modelo a los tiempos que corrían y tomando como base de continuidad los recientes argumentos de Byrne y Kaminski. Los villanos corporativos, incorporados como elemento clásico de la serie por Micheline y Layton, fueron la principal aportación de éstos que mantuvo Busiek, en este caso a través de Sunset Bain y su empresa Baintronics.
Con este planteamiento, su primera elección como secundarios fueron dos clásicos de Stan Lee, Pepper Potts y Happy Hogan, cuyas apariciones desde la marcha de Lee habían sido bastante anecdóticas y muy esporádicas.
Pepper asumía de nuevo su tradicional papel como secretaria personal de Stark en detrimento de Bambi Arbogast, mientras que Rhodes, ahora con su propio negocio de rescate marítimo, era sustituido por Happy como hombre de confianza de Stark. El nuevo giro argumental consistía en que Pepper y Happy se hallaban ahora divorciados, lo que volvía a crear la antigua tensión entre Pepper y Tony, con Happy de por medio, que Busiek buscaba como regreso al back to the basics que estaba detrás de toda la filosofía del Heroes Return. Toda esa tensión existente entre ellos cristalizaría con el beso entre Tony y Pepper del IM #23, al que Happy asistía como involuntario espectador.
Al mismo tiempo que planteaba la complicada relación entre Tony y Pepper, Busiek también presentaba un nuevo interés amoroso para Stark a través de Rumiko Fujikawa, la heredera del actual propietario de Stark Fujikawa, Kenjiro Fujikawa, puesto que Morgan Stark no pasaba de ser un hombre de paja de cara a las relaciones públicas externas.
La Viuda Negra también se incorporaría brevemente al cartel de secundarios antes de saltar a la línea Marvel Knights, mientras que la participación en el excelente crossover "Vive como un Kree o muere" servía para incorporar al reparto a otro secundario de importancia fundamental en esta etapa, Carol Danvers, pues a través de ella Busiek traería otro elemento clásico más de la serie: la problemática del alcoholismo, aunque esta vez desde una perspectiva diferente, pues era a Stark a quien le tocaba presenciar como espectador el mismo proceso de deterioro al que antes había asistido como protagonista, contemplando impotente como Carol rechazaba cualquier ayuda externa para superar su adicción al alcohol, exactamente lo mismo que él había hecho en el pasado.
Asentado el cartel de secundarios, Busiek tuvo el que para mí sería su primer momento grande en la serie con la saga del regreso del Mandarín, asentando definitivamente durante ella el tratamiento que había hecho Byrne del personaje.
La saga constaba de dos partes, precedida de un prólogo en el que Stark era brutalmente apalizado por el Espía Maestro y la Elite del Espionaje, salvando el pellejo gracias a la intervención de la Viuda. Revelado el Mandarín detrás de la trama, un Stark hecho polvo partía a enfrentarse a él, dando lugar a unas excelentes viñetas y dobles páginas de Chen con el nuevo Dragón Celestial del Mandarín surcando los cielos y contando con la participación de la Guardia de Invierno rusa y los Vengadores en la saga.
Al mismo tiempo, la problemática de Madame Máscara y sus misteriosas muertes volvía a aparecer como subargumento en la serie, encaminando la trama hacia una conclusión que Busiek tendría que llevar a cabo en los Vengadores, al marcharse del Hombre de Hierro antes de poder resolverla.
Ya totalmente lanzado, Busiek continuó subiendo el nivel de octanaje mediante el regreso de la armadura Máquina de Guerra, desaparecida desde la época de Abnett y Lanning en War Machine. La armadura aparecía ahora en poder de alguien que no era Rhodes y que trabajaba para Baintronics Inc. la empresa de Sunset Bain, antigua villana de la serie del Hombre Máquina y que ya había hecho alguna aparición en la serie durante el crossover del Factor Terminus.
Como ha dicho Hipe, Bain encarnaba el modelo despiadado y sin escrúpulos del mundo empresarial que antes habían protagonizado Stane y Hammer, pero lo hacía mediante una modernizada versión femenina que de cara al exterior competía en encanto y glamour con la imagen del propio Tony Stark.
Lógicamente la trama traía también de regreso como secundario a Jim Rhodes, preocupado por averiguar la identidad del nuevo Máquina de Guerra, cuya voz le recordaba a alguien conocido que no conseguía identificar. La historia quedaría momentáneamente en suspenso tras la primera confrontación entre ambas armaduras, pues la gran sorpresa detrás de Baintronics no era ni mucho menos Máquina de Guerra, sino que Busiek se reservaba en la manga un as todavía mejor.
Al mismo tiempo, el alcoholismo de Carol Danvers se hallaba cada vez más fuera de control, lo que obligaba a Stark a asumir el papel que antes otros habían desempeñado con él en la misma situación en que ella se encontraba ahora.
Por cierto, no quiero que se me olvide decir que el excelente diseño de la nueva armadura de Máquina de Guerra fue obra de Michael Golden.
Tras el regreso del Controlador a la serie, Roger Stern se incorporó a la misma durante el crossover con los 4F de Claremont a fin de poder descargar de trabajo a un cada vez más atareado Busiek. Y la verdad es que yo creo que les fue muy bien juntos. Stern y Busiek funcionaban en la misma onda; de hecho, Stern no se limitaría sólo a escribir los guiones, sino que colaboraría con Busiek en los propios argumentos, llegando a plantear novedosas ideas prácticas para el personaje, como por ejemplo el abandono del tradicional maletín para guardar la armadura, sustituido por un práctico compartimento en su deportivo. Igualmente, también fue Stern quien sugirió la posibilidad de traer de regreso a Fing Fan Foom a la serie tras su excelente tratamiento por Byrne en la Semilla del Dragón, dando lugar al enfrentamiento de los IM #16 y 17, concluido por Chen con una magnífica doble página inicial en el IM #18 donde el inconsciente dragón dormido era retirado del escenario de la batalla por Shield.
Aunque su idea inicial era desarrollar la historia más adelante, Busiek tuvo que adelantar sus planes para el regreso de Máquina de Guerra en la trilogía de los IM #18-20. En ella, Rhodes averiguaba por fin la identidad del nuevo Máquina de Guerra, quien resultaba ser Parnell Jacobs, un antiguo camarada de armas reconvertido a mercenario que ahora se encontraba a sueldo de Sunset Bain tras haber encontrado la antigua armadura de Rhodes perdida durante su viaje en el tiempo de los WM #15-17.
A lo largo del enfrentamiento, se desvelaba también el as en la manga que se había guardado Busiek, al descubrir Stark quién era la inteligencia artificial que Baintronics estaba intentando decodificar dentro de sus sistemas de armas: ni más ni menos que Jocasta, la antigua pareja robótica de Ultrón.
Al final de la historia, tras otro espectacular enfrentamiento de armaduras narrado a medias por Sean Chen y Patrick Zircher, la caída de Baintronics conllevaba la retirada temporal del nuevo Máquina de Guerra, con el sistema de datos de Jocasta siendo descargado a salvo en los propios sistemas informáticos de Stark Solutions, adoptando Jocasta a partir de ese momento una presencia holográfica que le sentaba bastante bien, dejémoslo así.
Tras el crossover del Octavo Día y el Anual dedicado a Nefaria, en el que Busiek dio otro paso más hacia los Protocolos de Nefaria, su despedida de la serie tuvo lugar con la trilogía del regreso de Último. Continuando la trama de los IM #298-300, el gigantesco androide que había sido una de las herramientas del Mandarín, regresaba ahora convertido por Morgan Stark en una inmóvil fuente de energía del buque insignia de la Stark-Fujikawa. Semejante idiotez, sólo podía acabar en el lógico desastre que tenía lugar con el despertar de Último, dirigiéndose imparable hacia las costas norteamericanas tras enviar al fondo del mar el barquito de Morgan Stark y sus jefes japoneses.
La etapa de Busiek concluía con el final de la trilogía, en un número especial en el que Stark lograba hackear el sistema de control de Último y frenar su avance hacia la costa oeste, al mismo tiempo que se resolvía también la trama alcohólica de Carol Danvers, quien finalmente reconocía su problema con el alcohol y aceptaba la ayuda de Stark, decidiendo ingresar en alcohólicos anónimos para buscar una solución a su adicción.
Agotado por tres años de intenso trabajo creando nuevas y exitosas series, maxiseries, etc, volviendo a poner a los personajes más clásicos de la editorial en los niveles de ventas de los que nunca debían haber bajado, Kurt Busiek abandonó la serie del Hombre de Hierro, llevándose las tramas que aún tenía pendientes a la serie de los Vengadores, a la que decidió dedicar todos sus esfuerzos a partir de ese momento. En ella acabarían Carol Danvers, Nefaria, Madame Máscara y la trama de sus bioduplicados. Únicamente la esperada serie IM: Look back in Armor quedó pendiente de ver la luz.
Aún así, a mí personalmente ésta me parece una de las grandes etapas del Hombre de Hierro, posiblemente la que mejor haya aglutinado todos los elementos y personajes que siempre han sido más inherentes al tebeo a lo largo de todas sus épocas. Un poco como una refundición de todas las etapas en una, dejando el terreno bien abonado para el que viniera después.
Y esto, por fin, ha sido todo por mi parte. Echando un poco la vista atrás, lamento no haber sabido encontrar alguna manera de reivindicar la infravalorada etapa de Kaminski, con la aparente muerte de Tony Stark y su sustitución por Rhodes portando la armadura de Máquina de Guerra, la gran saga de Último y los crossovers con Fuerza de Choque y Máquina de Guerra que desembocaron en la saga de las Garras del Mandarín. Pero la verdad es que el dibujo de Hopgood y Morgan siempre me echó un poco para atrás.
Sobre todo, por la posición que va a ocupar, lamento muchísimo no haber hecho la más mínima referencia a la corta, pero entretenidísima etapa de John Jackson Miller y el uruguayo Jorge López, que acabó con Stark como Secretario de Defensa de los USA, un camino que yo creo que hubiera podido ser explorado para fundamentar el papel del Hombre de Hierro en la Civil War, en lugar de la trama troglodita que Millar decidió emplear para justificar su desconocimiento de los personajes y sus trayectorias.
De hecho, incluso quizás podría haber incluido la actual etapa de Fraction y Larroca, que me está sorprendiendo gratamente por lo bien que está sabiendo aprovechar los argumentos que les vienen impuestos desde arriba con un trabajo personal de caracterización de los personajes muy convincente. Pero sólo llevo leídos los 12 primeros números y me parecen demasiado pocos como para poder opinar sobre algo que tiene pinta de faltar aún bastante para que acabe.
Así que para vuestro alivio y el mío va a ser hasta aquí. Y justo el día que acaba la encuesta. Creo que es una buena despedida para uno de mis personajes favoritos de la Marvel.