Comparar Casablanca con Avatar no tiene sentido. Sería como comparar La Regenta con Yo Robot.
Durante el pasado Zinemaldi, tuve la suerte de disfrutar en el Velódromo (para los no habituales, decir que se trata de una sala habilitada especial y exclusivamente para la ocasión, con capacidad para 3000 personas y una pantalla de 400m2 -si no os lo créeis, podéis comprobarlo vosotros mismos:
http://www.sansebastianfestival.com/es/seccion.php?ano=2009&ap=4&id=209&ck=5710 o mejor aún, acercaros el año que viene a Donosti-) de la película Battle For Terra, una de las cuatro que se proyectaron en 3D (las otras fueron Pesadilla Antes de Navidad, Toy Story y Oceanworld). Flipé con el 3D, y eso que era íntegramente de animación. Curiosamente, con un argumento muy similar al de esta AVATAR.
Ayer volví a ir al cine para ver la última de Cameron. Y recordé porqué alguien tan aficionado al séptimo arte como yo frecuenta tan poco las salas de cine. No, no es por el precio (7'5€, me parece razonable). Es porque:
1º) La pantalla es sólo ligeramente más grande que el plasma de mi casa.
2º) Tengo la sensación de estar en un restaurante en lugar de en una sala de cine (al ruido de las palomitas, patatas fritas, nachos y demás chucherías, súmense los olores que desprenden -es que hay que tener rostro para meterse unos nachos con salsa barbacoa en un cine-).
3º) Aunque cueste creerlo, todavía hay gente que no sabe poner en silencio sus teléfonos móviles.
4º) Me siento ultrajado cada vez que encienden las luces de la sala en cuanto aparecen los primeros títulos de crédito, cuando no deberían encender ninguna luz hasta que no acabe la película (lo que incluye dichos créditos). Esto es especialmente sangrante cuando todavía hay imágenes (como los paisajes tridimensionales en AVATAR) e incluso secuencias completas justo al final (como suele ser habitual en las adaptaciones de cómics Marvel).
5º) Es dificilísimo, por no decir imposible, ver las películas en versión original.
Pero estoy divagando.
Hablábamos de AVATAR. Pese a todo lo anterior, es una película que debe verse. Y es la tercera vez que digo algo así de James Cameron, todo un logro. Flipé cuando vi en el cine Terminator 2. Sus efectos me parecieron a-l-u-c-i-n-a-n-t-e-s. Flipé con Titanic (pastelón como pocos, pero de una factura perfecta, con muchos efectos especiales genialmente integrados y realizados, hasta el punto de no distinguirse de las imágenes "reales"). Y ayer flipé con AVATAR.
Sólo otras dos películas me han dejado la misma sensación, ambas de Spielberg (Jurassic Park y Salvar al soldado Ryan).
Creo que estoy de acuerdo con la afirmación de Cameron de que "así será el cine del futuro". Considerando el cine como espectáculo, sólo producciones de este tipo logran que me levante de mi confortable sofá y acuda a una sala de cine, porque tengo la seguridad de que veré y sentiré algo que, con la tecnología actualmente a mi alcance, no podré reproducir en el salón de mi casa.
A Woody, Clint, Sam y compañía podré seguir saboreándolos en la intimidad y tranquilidad de mi hogar. Pero AVATAR se merece el desplazamiento hasta la sala de cine.
El argumento, al menos aquí, es lo de menos. Con los años, tal vez veamos obras de mayor profundidad argumental, más artísticas e independientes, con la misma calidad tecnológica. Pero AVATAR es el principio de una nueva era en el cine. Así de tajante. Y por eso hay que verla, sin preocuparse de los personajes planos, el guión predecible o la historia de Pocahontas ambientada en el futuro.
Yo al menos, pienso repetir (en cuanto me entere de dónde tienen una pantalla más grande que la de las salas Antiguo Berri) y no muy alejada de mi ciudad. Y si tú me haces caso, te aseguro que no te arrepentirás.