Vamos con el primer Anexo de este post... como si no hubiera bastante con los Capítulos
La idea es que todo lo contado en estos Anexos forma una "unidad temática" que es imposible de situar en ningún momento de la línea temporal, y puede ocurrir en cualquier momento antes del Capítulo XIV al gusto del lector. En este caso concreto la idea es que estos sucesos ocurran antes de que los olímpicos comiencen a ser adorados en la Tierra como tales.
La segunda parte del Anexo la tendremos en apenas un par de días, y veremos un poco sobre la descendencia de Zeus, pero sin entrar en muchos detalles que tampoco es plan de complicarse demasiado
ANEXO: LOS OLÍMPICOS (I)
ORIGEN
Gea se une a Atum, dando a luz a Urano.
Urano se une a Gea en diversas ocasiones, generando una estirpe de dioses físicamente perfectos a los que conceden el nombre de Titanes.
Orgulloso de su progenie, Urano se une de nuevo a Gea, quien da a luz a tres hijos más. Cada uno de estos hijos posee un solo ojo y son llamados Cíclopes.
Urano y Gea se unen de nuevo, generando una estirpe de seres monstruosos, nacidos con multitud de cabezas y brazos, a los que denominan Hecatonquiros.
Aunque Gea siente orgullo de todos sus hijos, Urano se vergüenza de los Cíclopes y los Hecatonquiros, y los encierra en una pequeña región extradimensional a la que llama Tártaro.
Gea, preocupada por sus hijos exiliados, congrega a los Titanes y les pide que al menos uno de ellos sea lo suficientemente valiente para derrocar a su propio padre y liberar a sus hermanos de su sufrimiento. La mayoría de los Titantes rehúsa hacerlo por miedo hacia el poder de Urano, excepto Cronos, que se compromete a matar a su padre.
Cronos se enfrenta en combate a Urano armado con una guadaña y logra salir vencedor, hiriendo de muerte a su padre. Este, con su último aliento, profetiza que el destino de Cronos será el mismo que el suyo y uno de sus propios hijos le dará muerte.
LA CAÍDA DE CRONOS
Cronos se instala en el Monte Olimpo como dirigente de los Titanes, y toma a su hermana Rhea como esposa.
Cronos y Rhea generan toda una estirpe de dioses dotados de inmortalidad, atributos físicos sobrehumanos y la capacidad de manipular energía a varios niveles.
Sus cuatro primeros hijos son Deméter, Plutón, Hera y Hestia.
Temiendo que la profecía de Urano se haga realidad, Cronos emula a su padre y encierra a sus retoños en el Tártaro para impedir ser derrocado.
Posteriormente encierra también a la mayoría de sus hermanos Titanes y Hecatonquiros, temeroso de que intenten derrocarle al ver que repite los pasos de su progenitor.
Entristecida por el destino de sus hijos, Rhea contacta con Gea para que le guíe y le ayude a encontrar una manera de recuperarlos. Gea sugiere que no revele la existencia de sus próximos hijos y los esconda en la Tierra tras su nacimiento, lo que conducirá a una serie de acontecimientos que liberará a sus hijos apresados.
Urano y Rhea conciben un quinto hijo, al que Rhea da a luz en una región de la Tierra que será conocida como Grecia. Rhea le pone de nombre Neptuno y seguidamente regresa al Olimpo, dejando a su hijo a cargo de unos pastores.
Rhea da a luz a un sexto hijo en la misma región. Tras ponerle de nombre Zeus, lo entrega a Gea para su protección y regresa al Olimpo. Gea cría al pequeño dios mediante la ayuda de diosas de menor categoría, hasta que alcanza la adultez, jurando entonces acabar con la tiranía de su padre.
Zeus viaja al Tártaro y libera a sus hermanos, así como a los Titanes y Hecatonquiros. Los Cíclopes, en agradecimiento, le ayudan a desarrollar hasta el máximo nivel sus poderes de manipulación de la energía.
Zeus y sus aliados libran una guerra contra Cronos que se prolonga durante diez años. Finalmente Zeus se impone a su padre y exilia a este y a sus aliados al Tártaro, convirtiéndose entonces en dirigente del Olimpo y consumando la profecía de Urano.
ZEUS, SEÑOR DEL OLIMPO
Zeus decide dividir todos los territorios pertenecientes a los dioses entre sus hermanos. Así, establece a Neptuno como soberano de los mares y amplia el reino extradimensional del Tártaro, llamándolo Hades, para que Plutón reine en él. Sus hermanas Deméter y Hestia quedan encargadas de vigilar y salvaguardar las tierras y los mortales, respectivamente.
Neptuno forja un poderoso tridente capaz de redirigir sus propias energías para controlar cualquier masa de agua.
Zeus condena a uno de los Titanes aliados con su padre, Atlas, a sostener sobre sus hombros la cúpula de los cielos.
Zeus toma a su hermana Hera como consorte.
En su boda, Gea entrega a Hera un manzano que forma manzanas de oro. Hera crea un jardín privado bajo la sombra de Atlas dónde planta el árbol, y ordena a las Hespérides cuidarlo.