¡Mil mofetas! Nadie conoce al bueno de McClure. Es un pobre tipo al que, su médico, le ha recetado whisky para el reuma, y la mala gente cree que lo toma para emborracharse. Ni por asomo. El nunca se alistaría en el ejército como conductor de mulas, escondería en un carro una ración de whisky, y cobraría a su colega Red Neck por beber. Tampoco se dejaría engañar por un alemán poseedor se un gran mina de oro en los montes de la superstición. Y, por supuesto, nunca arriesgaría su vida por su amigo Mike.
Pobre Jimmy, nadie lo comprende.