Con que estabais comentando “El Señor de los Anillos” y no me lo habíais dicho, ¿eh? Me vengaré de vosotros por esto.
Intentaré comentar esta obra sin caer en el sentimentalismo que siento hacia la creación de J.R.R Tolkien. Comencemos pues y perdón por lo que imagino ya desde aquí que será un ladrillaco de dimensiones épicas (como se merece).
Soy un gañán, lo reconozco.
Hace un par de años, la lectura no me atraía para nada, no me gustaba estudiar y he de decir que era bastante estúpido, cosa que a día de hoy tampoco es que haya cambiado mucho. Afortundamente, las primeras dos se pudieron remediar cuando con once años, hace ya casi siete y parece que fue ayer, por mi cumpleaños, cayó en mis manos el libro de “Harry Potter y la Piedra Filosofal” (muchos ya estaréis a punto de apedrearme por hereje al nombrar a Rowling cuando se comenta a Tolkien, pero todo está conectado como voy a demostrar). Los primeros libros de Rowling tenían una fuerza más que atrayente, una magia, te atrapaban. Los últimos, quizás porque había ido madurando, ya no me gustaban tanto, pero los primeros me permitieron hacerme un gran amante de la lectura y eso, en parte, me ayudó a sentir curiosidad y de vez en cuando coger los libros de la escuela y poco después, los del instituto. Los libros de Rowling me dieron ganas de querer escribir, anteriormente sólo dibujaba (cosa que ahora he ido dejando de lado), y me maravillaban ciertas creaciones que veía desde lejos como la primera película de “El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo” a la cual ni siquiera fui a ver al cine, pero he de decir que me atraía, tenía algo, una complejidad, una magia, una garra, que te obligaba a acabar acercándote aunque fuese por curiosidad a la Tierra Media.
En verano de 2001, si mal no recuerdo, cuando la película salió en DVD, atraído por ella, conseguí comprarme los tres libros en una edición de bolsillo con unas tapas en las que se veía a los Compañeros, el primero verde, el segundo azul y el tercer rojo. He de decir que los tengo bastante deshojados por cierto.
El primer libro me lo leí el jueves que lo compré y el viernes, un día lluvioso, ya había avanzado hasta la conversación donde Gandalf narraba a Frodo la verdad del Anillo que había heredado de su tío Bilbo Bolsón, quien lo había criado. Una semana después lo había terminado. Pienso que las mejores cosas que puedan ocurrirte, o aquellas a las que más importancia le des, siempre las recordarás de forma clara, no sólo ellas, sino lo que ocurrió esos días también. Al menos eso me paso a mí, por eso puedo ser tan claro a la hora de contarlo.
Aunque hoy en día el libro pueda parecer lento “La Comunidad del Anillo”, creo que es porque la obra lo necesitaba. Tolkien creó un mundo nuevo a partir del nuestro, tomando supuestamente una época que la humanidad ya había olvidado, pero lo describía hasta el más mínimo detalle al igual que los personajes como Frodo, Sam, Pippin, Bilbo, Gandalf... o civilizaciones como los Hobbits, los Elfos... los países desde Rivendel hasta Gondor, las acciones, el tiempo... Tolkien tenía en su mente a la Tierra Media y no dudo en mostrárnoslo. Es un libro que se lee bien con calma, intentando imaginar todo lo que nos cuenta, con un vocabulario no muy difícil, en el que se nos cuentan las hazañas de unos personajes en una obra que creó escuela. En las quinientas páginas que es, si mal no recuerdo, se nos cuentan miles de cosas, grandes aventuras, historias, leyendas, canciones... Tiene momentos imborrables como la “muerte” de Gandalf, mil veces imitada. Y finalmente, dejaba la puerta abierta para el segundo libro. Hoy en día, muchos escritores hacen trilogías, pero Tolkien no quería eso, fue una propuesta del hijo del editor (el cual de niño había leído “El Hobbit”) quienes decidieron dividir la obra en tres libros a la vez divididos en otros.
La pausa en la obra es más que necesaria antes del comienzo de “Las Dos Torres”.
“Las Dos Torres” es un libro más amplio, oscuro, con momentos bastante desalentadores como no saber nada de Merry o Pippin, prisioneros de los Uruk Hai, hasta que pasarán varias páginas. A medida que transcurren las páginas nos damos cuenta de que es más ambicioso, se nos presentan nuevos personajes como Theoden, Eowyn, los jinetes de Rohan, Faramir... y el más importante: Gollum, a medida que los personajes siguen su viaje por la Tierra Media para destruir el Anillo. En esta obra, hay momento bastante lentos, pero otros imborrables como la descripción de Bárbol, la Batalla del Abismo de Helm, el “exorcismo” de Theoden, y, por supuesto, Ella-Laraña, con un final más que lúgubre para los lectores de los que otras obras han bebido como “Star Wars. Episodio V: El Imperio contraataca”, donde los héroes parecen más cerca del fracaso que del triunfo. No había final feliz. Un buen golpe que Tolkien se guardaba para el final de esta obra.
“El Retorno del Rey” es el final del viaje en todos los sentidos, donde el escritor J.R.R Tolkien pone toda la carne en el asador, donde todo es más ágil para el lector “moderno”, el mundo de la Tierra Media nos es más familiar al igual que los personajes... Aún así nos esperan varias sorpresas como el reino mítico de Gondor, con Minas Tirith la Ciudad de los Reyes, o la aparición de varios personajes como Denethor, padre de Bromir y Farmir, Senescal de Gondor. Una obra cautivadora en la que en el último tercio se suceden los finales de los personajes y de la Tierra Media al borde del fin en las garras del perverso Señor Oscuro Sauron... Y es cuando los personajes aceptan el sacrificio, cuando finalmente, se consigue una victoria, aunque no absoluta (como se nos muestra cuando Saruman toma la Comarca tras el aparente “final feliz”). El verdadero final es triste: Frodo se marcha junto a Elrond, Celeborn, Galadirel, Gandalf y Bilbo a las Tierras Imperecederas, atrás queda el mundo que han creado y que han intetado salvar, aunque el mal jamás será erradicado. Me quedo con varios momentos y lugares: el Reino de Gondor, la Batalla de los Campos de Pelennor, Boca de Sauron y la Puerta Negra, la muerte de Theoden... Pero el más importante, sin duda, para mí es Gollum, un personaje que si los buenos no hubieran sido misericordes, habría muerto y no se hubiera producido el final del Anillo con la Caída de Sauron. Es la bondad, la capacidad de ser buenos, la redención, lo que finalmente hace que se consiga el objetivo y eso es más que importante en nuestro mundo, hoy en día, donde el mundo parece estar dispuesto a apretar el gatillo antes de entablar el diálogo. Tolkien aquí nos dio otra lección.
En resumen, para mí, “El Señor de los Anillos”, literariamente, es una obra mastodóntica, magistral, extraordinaria, un hito dentro del mundo de la literatura y la cultura popular que costará mucho en olvidar. Nos enseña, nos sorprende, nos maravilla... Tolkien dedicó su vida a la creación de una grandiosa obra que sigue siendo aún hoy en día, fruto de la devoción de muchos y del rechazo de otros, cosa que pocas obras consiguen.
En cuanto a la influencia de “El Señor de los Anillos” creo que no es exagerado decir que ha tocado a todo el género de la fantasía épica que para mí pertenece y obras ajenas de la literatura como en el cine la ya nombrada Star Wars. A día de hoy, tras haber leído varias obras influenciadas, las mejores siguen pareciéndome “Las Crónicas de la Dragonlance” (por cierto, la obra de Tolkien es más que influyente en los juegos de rol) o “El Legado” de Paolini (una saga que en vez de caer como Harry Potter, se va levantando y en su último libro aparecido, “Brisingr”, el joven autor nos muestra su evolución, calla muchas bocas y notamos que es un digno heredero de Tolkien), entre otras grandes obras como “La Historia Interminable”, por ejemplo.
Incluso a mí me ha influido. Desde aquella época donde leí los libros he querido ser escritor, cosa que poco a poco, se ha ido viendo cada vez más imposible, pero que no abandonó. Ya en su día quise escribir sobre fantasía épica, pero creo que lo he dejado abandonado a espera de seguirlo algún día tras una más que necesaria corrección. Mientras, he seguido en otros géneros como pueda ser el terror mezclado con grandes dosis de misterio o el superheroico ahora mismo... Ya veremos si algún día tengo algo decente que llegar al menos a los talones de la obra de Tolkien.
Sobre sus adaptaciones cinematográficas, a falta de ver las versiones en dibujos animados de la Warner sobre “El Hobbit” y “El Señor de los Anillos” (y tras librarnos de la adaptación cinematográfica que pretendieron hacer los Beatles en los 70 con ellos de protagonistas y que Tolkien rechazó; evitándose también otros proyectos tras que George Lucas comprase los derechos para proteger la obra) he de quitarme el sombrero si tuviera y aplaudir a Peter Jackson, cosa que si puedo y he hecho. Su trilogía fue más que arriesgada, tres grandes libros amados por muchas personas, resumidos a tres películas en las que se intentó ser lo más fiel posible, pese a la ausencia de personajes como Tom Bombadil, Glofindel, entre otros y varios momentos como El Saneamiento de la Comarca, el mayor error para mí. La edición extendida remedió varias cosas que fueron quitadas pero aún así las películas de “El Señor de los Anillos”, sin poder sustituir a los libros, si pueden complementarlo, hacer que nos imaginemos varias cosas de una forma nueva o maravillarnos con otras, incluyendo la fantástica obra sonora. Unas obras que en el cine, desde mi punto de vista, han marcado también escuela, siendo irrepetibles.
A día de hoy se habla de la adaptación de “El Hobbit” y sólo espero que nuevamente Guillermo del Toro tenga la suerte que ha tenido Peter Jackson y que el trabajo no desmerezca a la trilogía, cosa que seguro que no será así. “El Hobbit” es un libro más ameno, pero igual de imaginativo, con grandes personajes como Thorin, el Rey Trasgo, Smaug o Bombur (por favor, que sea interpretado por Santiago Segura! xD) y momentos como la Batalla de los Cinco Ejércitos, la visita a Rivendel, el juego de adivinanzas con Gollum, etc. ¿Soy el único que tiene ganas de verla?
El último libro que leí de la obra de Tolkien es esa Biblia sobre ESDLA que es “El Sirmarillion” y aquí me quedó sin palabras. Sólo puedo recomendaros este libro, si o ha gustado el resto de la obra de Tolkien, os gustará “El Sirmarillion”, una obra majestuosa e imborrable que todo el mundo debería llegar a leer. ¿Sobre una adaptación cinematográfica? Imposible, aunque ya veremos, con ocho o diez películas por lo menos...
Por último, sólo añadir algo malo: el martes intente pasarme la fase secreta de “Las Dos Torres” en la cual hay que pasarse los 20 pisos de Orthac. Me quedaba un troll y me mato en el nivel 20 de Orthac. Eso me ha cabreado... Pero os juro que se me ha pasado mientras escribía esto.
Lo siento por el ladrillo como decía al principio, siento que podría haber hablado de más cosas pero estas son las que se me ocurren y como sé que no vais a leer ni la mitad, tampoco creo que os deis cuenta xD.