Pues opino como la mayoría... En su momento fue un
boom (mi hermano y yo teníamos las ediciones Rojo y Oro), y bastante adictivo: sobre todo el segundo, que tenía muchísimas posibilidades. Lástima que, ya se sabe, tanto va el cántaro a la fuente que al fin se rompe. No sé nada desde esas ediciones, ni me han vuelto a interesar esos juegos (tampoco es que fuera mi género favorito, vaya).
Teniendo en cuenta todo lo dicho... Le pongo un
6'5, y es que, al igual que muchos de mi generación, acabamos hasta las narices de tanta
pokemanía (entre dibus, pelis, guías, revistas, muñecos, peluches... La Virgen).
