He leído Todos los extras El Capitán Trueno.
Se trata de un tomo recopilatorio publicado por Ediciones B que recoge las aventuras del Capitán Trueno publicadas en una serie de especiales veraniegos que vieron la luz originalmente entre 1959 y 1965. Resulta curioso, porque se habla de materiales restaurados y respeto por el original, pero seguimos viendo ciertos defectos propios de la rotulación mecánica, aunque son muy leves, todo hay que decirlo. Una de las cosas que más me ha llamado la atención es que la editorial ha empleado un tamaño de cómic normal, supongo que ese sería el tamaño de la revista, a pesar de que se presupone que es una especie de complemento de la colección Trueno a Color. Yo me esperaba un tamaño similar, la verdad. Otra característica interesante es que las historias están realizadas por diversos autores como Tinoco, Beamont, Fuentes Man y otros, estando la presencia de aquellos que trabajaron en la serie regular de cuadernillos de una manera muy testimonial. Hay portadas de Ambrós y guiones de Alcázar, pero no es lo habitual. También cabe destacar como en los primeros especiales se mimetiza el estilo clásico del a serie, mientras que poco a poco otros artistas, sin perder la imagen icónica, realizan trabajos más elaborados u otros que tienen un nivel inferior, no sé si por el dibujante o por la reproducción de los materiales. Por otra parte, podríamos decir que las historias son en blanco y negro, aunque se suelen intercalar páginas con coloreados parciales que incluyen tonos sepias o variantes del rojo, así como otras con la presencia de diversas tonalidades de amarillo. Desde luego, eran otros tiempos, yo recuerdo haber visto en otros tebeos españoles este tipo de técnicas, donde no se utilizaba el color, o al menos no todos los colores primarios, propiamente dicho. También se incluyen páginas en blanco y negro de toda la vida y otras coloreadas en su totalidad. Una curiosa combinación de materiales que ofrece un viaje en el tiempo a las particularidades del cómic español.
La lectura es amena y divertida, aunque hay que reconocer que no está al nivel de la serie regular. Como suele suceder con este tipo de proyectos, los primeros especiales me parece que están mucho más elaborados a nivel argumental, para poco a poco ir presentando historias mucho más simples. También hay que tener en cuenta que la revista se nutría de diferentes personajes, por lo que a medida que se fueron sucediendo, Trueno iría restando páginas o presentando relatos de muy corta duración, sobre todo al formar parte de Pulgarcito. En las páginas finales, por ejemplo, tenemos historias de una sola página protagonizadas por Goliath y Crispín. Ediciones B incluye al final un índice de contenidos, pero aunque se agradece el esfuerzo es tan escueto y tan poco elaborado que da vergüenza ajena. Otro aspecto curioso es que haciendo hincapié en el momento de su publicación, el verano, los protagonistas realicen actividades propias de esta estación, ya sea darse un baño fresquito, sufrir una calor intensa o tomarse unas pequeñas vacaciones, o intentarlo al menos. Incluso la mayoría de escenarios tendrán una clara alusión al momento en el que se suponía que leerían estas historias los lectores. Sin duda, unas sinergias de lo más curiosas.
En mi opinión, las mejores historias están justo al principio, la cuales se narran a través de unas veintipocas páginas y que representan una historia autoconclusiva fuera de la cronología de la colección de cuadernillos. La primera, "La isla de los esclavos", puede ser incluso la mejor del tomo, comenzando con los prolegómenos de la boda entre Sigrid y el Capitán Trueno en Thule, que se verá interrumpida cuando llega un mercader que secuestra a la futura novia, iniciándose así una aventura que culminará en una isla donde comercian con esclavos. No he visto la acreditación de Mora por ningún lado, pero es uno de sus temas estrella, tanto aquí y sobre todo en en el Jabato, además de presentar una estructura muy similar a sus aventuras. Casi da la sensación de ser algo que tenía preparado para la serie principal, pero que se utilizó para este especial estacional. Y es que el final es bastante abrupto, resolviendo la trama en apenas tres viñetas. De la boda, sin embargo, no se vuelve a mencionar nada. Después continuamos con "¡Terror en el mar!", que sigue el patrón habitual de las aventuras de nuestros protagonistas, cuyo viaje a España en barco es interrumpido por un desastre climático para desembocar en una zona donde los habitantes de una isla con tintes hawaianos son aterrorizados por un monstruo marino, pero que se descubrirá que tras el misterio hay una mano mucho más humana de lo que parece y unas intenciones mucho más mundanas, como son las perlas. De ese modo, seguimos con la tónica habitual de la colección del Capitán Trueno, combinando ingenio con imaginación para construir historias de aventuras que incluyan suspense y fantasía, pero dentro de los límites de la realidad.
De hecho, "¡Igok el terrible!" sigue este patrón, trasladando la historia a un entorno que nos recuerda culturalmente a la India. No deja de ser curioso como el tema del idioma en esta serie ha sido pasado por alto en la mayoría de las veces, pero en las historias de este tomo te "subtitulan" algunos diálogos, mientras que extranjeros de tierras lejanas te escriben una carta en perfecto español. A partir de aquí, podríamos decir que se siguen las reglas básicas de lo que todo entendemos por el Capitán Trueno, todo lo que viene después difiere en algún u otro punto. Por ejemplo, "¡El desierto fatídico!" incluye a un animal de dos cabezas que crían una tribu del desierto, entrando dentro de un nivel de fantasía nada habitual en la serie. Incluso el propio protagonista ni se molesta en dar algún tipo de explicación. "¡Los guerreros de Watsyra!" nos trae a una mujer como villana, pero además pone como enemigos a sarracenos, algo que curiosamente, y a pesar de estar en tiempos de los Cruzadas, no es muy habitual de esta serie en concreto. Pero si hay algo que llama poderosamente la atención es la inclusión de un pequeño chimpancé como parte del elenco de protagonistas, ya que a mí me ha recordado mucho a Jujú (creo que se llamaba así), un personaje muy similar que formó parte de la serie del Jabato durante un buen tiempo. Pero es solo el principio, ya que ne los siguientes especiales comienzo a percibir que se están reciclando muchos conceptos de la propia serie regular. "¡Contra Kruger el negro!" es la más evidente, cuando vemos a esa mujerona que piensa que Goliath es un buen partido, desconociendo si es antes o después de lo ocurrido en la serie regular, pero que es exactamente la misma situación que vive el buen amigo del Jabato, Taurus. Además, si no me falla la memoria, Kruger es un villano que aparece en la serie, o al menos su nombre, con un planteamiento muy similar, pero ampliado. Incluso la resolución de la historia en un torneo suena a guion reciclado.
La parte final del tomo es bastante floja, y se comienza a percibir que son una amalgama de historias de distintos autores. Trueno se decanta más por el empleo de la espada en lugar de sus puños, algo que siempre se ha echado de menos en esta serie, aumenta la aparición de musulmanes y volvemos a ver una tendencia a reutilizar conceptos o premisas, como la de "¡Un tesoro de verdad!" , en la que Trueno y sus amigos deben custodiar un cofre a petición de un moribundo, con especial hincapié en el mensaje didáctico del final. O "¡El conde Bromista!", que presenta al conde Ja-Ja, que aunque no soy capaz de ubicar es un nombre que me suena bastante. Como decía al principio, es un tomo entretenido, de lectura amena, pero que está por debajo de las dosis de entretenimiento que ofrecía la serie en aquellos años, o incluso en posteriores, por no hablar de la elaboración de tramas o la utilización de esquemas con cierta repetición. No es un mal complemento que demuestra no solo el éxito dle personaje, sino el interés por explotar ese éxito con una fórmula que han acabado utilizando todas las editoriales antes o después, el especial veraniego. Perfecto para estas fechas, por cierto. Nos ha salido una sinergia sin haberlo preparado.