Siete BM: Drácula (la mejor de todas), Dr. Extraño, los Vengadores, 4F, Thor X-Men y Spiderman.
Fuera de la BM: El Conan de Roy Thomas, Barry Smith y John Buscema, tanto en la Espada Salvaje como en Conan el Bárbaro. Me extraña que tanta gente se olvide de mencionar este tebeo que para mi gusto fue el mejor tebeo Marvel de los 70.
Y como dice Celakanto, imprescindible el MOKF de Moench y Gulacy. También incluiría aquí el tomo de Moench y Day. Otra joya. Y si me apuras, aunque no fuese reeditado, me parece absolutamente genial el MOKF de Englehart que precedió a la etapa de Moench.
Y eludo el incluir en la lista de esenciales las de Thor, Daredevil o Hulk porque la cumbre de estas colecciones llegarían más tarde en manos de Walt Simonson, Frank Miller o Peter David
No estoy de acuerdo con esto, no en lo que se refiere a la BM de Thor (y esto, obvio es decirlo, es también una opinión . Y es que la etapa de Simonson (¡bendito él y benditos aquellos maravillosos comics!) es sin duda uno de los momentos gloriosos del título, sí señor, pero no es sino una renovación (sublime, sí, vale), una vuelta de tuerca sobre temas y personajes (esto no tanto porque se sacó muchos de su fabulosa manga, es verdad) con muchos números y aventuras a sus espaldas.
Maravillándome el Thor de Simonson como me maravilla, no es sino una vuelta de tuerca al Thor de Lee y Kirby y sobre todo a sus Relatos de Asgard. Eso sí, menuda vuelta de tuerca, que en ocasiones no sólo supera a la versión original, sino que la sobrepasa y profundiza en temas, conceptos y sagas que hasta que llegó Simonson ni existían ni nadie se hubiera atrevido a realizar (la desaparición de Blake, el Thor rana o Thor con armadura, un número entero a base de pin-ups).
Pero a Lee y Kirby lo que es suyo (Surtur, Ymir, Asgard, Fafnir, el Juicio de los Dioses, la reina Norn, las piedras Norn, Wundagore, el Alto Evolucionador, Ego, los Colonizadores de Rigel...)
PD: Para recalcar aún más el mérito de Simonson y lo que hizo en Thor, se me olvidaba mencionar algo que me parece esencial para captar toda la innovación y experimentación que este tío hizo en el título durante aquellos años: la historia en la que Thor se convierte en rana y ayuda a éstas en la guerra que sostienen, es una maravillosa adaptación de la obra clásica de Homero, la Batracomiomaquia. Es impresionante como manejó Simonson la mitología nórdica y la mezcló en esta historia con la mitología helénica, salvando la aparición de los dioses olímpicos por la intervención de un dios de los mitos nórdicos.
Impresionante y revelador del bagaje cultural con el que Simonson afrontó y se curró esta serie.