He leído
Doctor Extraño Nº 29-31.
Retomo la lectura de la serie tras mi
anterior comentario.
En este bloque tenemos gran parte de la segunda parte de Donny Cates al frente del Hechicero Supremo, tras recuperar tanto la magia como su título. Si bien el primer arco argumental me gustó bastante, este me está pareciendo infinitamente más flojo, a falta de ver como se lleva a cabo el desenlace. Hay varios aspectos que realmente no me convencen. El primero, es que toda la historia se estructura alrededor de una miniserie,
Doctor Strange Damnation, la cual transcurre en paralelo a la cabecera de Stephen, pero no hay del todo una linealidad argumental. Es decir, Cates debería haber construido el argumento de forma que la lectura se continuase, en lugar de tener diferentes saltos, repitiendo escenas y situaciones, además de adelantarse o atrasarse en otras tramas. Y es que estamos ante uno de esos eventos contenidos en los que todo está pensado para el recopilatorio posterior, por lo que no tiene mucho sentido trabajar el guion de ese modo.
Dejando a un lado que estamos ante un evento, titulado "Condenación", uno de los aspectos que más me ha cansado de la Marvel de los últimos años, la historia tampoco es que sea especialmente interesante, ya que parece más destinada a homenajear un concepto de los noventa que otra cosa. Si Axis nos recordaba en cierta forma sagas noventeras como Onslaught o Actos de Venganza, en algo parecido a una combinación de ambos conceptos. Cates se une a Nick Spencer para hacer lo propio con los Hijos de la Medianoche, o al menos una nueva versión de ellos que incluye a personajes como Puño de Hierro, el Caballero Luna o el Hombre-Cosa, unas elecciones cuanto menos algo extrañas, que no digo que no puedan funcionar, pero aquí no terminan de convencer demasiado. Además, Spencer retoma un hecho ocurrido en Imperio Secreto, la destrucción de la Vegas, para tomarlo como punto de partida, ya que Extraño emplea sus recuperados poderes para restaurar la ciudad al completo. Siguiendo las pautas marcadas por Aaron, toda acción conlleva una repercusión, por lo que tras los actos de Stephen, por lo tanto, Mefisto y su reino se instauran en la ciudad, convirtiendo a los Vengadores en jinetes fantasma. A partir de ahí, comienza una lucha en dos frentes por acabar con este Infierno en la Tierra, con forma de casino, el grupo formado por Wong por un lado, y Extraño por otro.
Aunque hay ciertos matices, incluyendo una historia especial protagonizada por el Motorista fantasma, en la que vemos algunos guiños a su etapa noventera bajo el título de Blaze, en la que se acaba convirtiendo en
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
La cierto y verdad es que la historia es muy irregular. Al final, la verdadera etapa de Cates estuvo en los anteriores episodios, porque esto ya es otra cosa. Estamos ante otro minievento, muy contenido, eso sí, pero que a mí me está resultado algo insulso, por no mencionar que no creo que esa etapa de los noventa merezca especialmente ser homenajeada. Aunque yo la leí más o menos de manera integra hace aproximadamente una década, y me pareció un producto entretenido, estoy convencido que en una segunda lectura tiene que perder muchísimo. Para colmo, tenemos un baile de dibujantes que no le beneficia en absoluto, donde todos se encuentran en un nivel bastante mediocre. Curiosamente, es el brasileño Rod Reis el que destaca un poco, principalmente en el primer número de la miniserie, pero ni siquiera Niko Henrichon está especialmente inspirado, se ve que el ritmo de publicación mensual empieza a pasarle factura. Szymon Kudranski me ha parecido el peor de todos, y Phil Noto también lo he visto muy por debajo de su nivel actual. Desde luego, no sé muy bien que ha pasado aquí, pero el nivel gráfico está muy bajo, a pesar de los artistas implicados.