Creo que depende de las edades que estemos hablando. Yo he estado de guía de unos niños pequeños que vinieron a Expocómic y me acojonaba lo inocentones que eran. Eran tranquilos, relativamente callados, y todo el tema de los insultos y las palabrotas les asustaba. Precisamente yo era guía, con la facilidad que tengo para decir palabrotas sin pensar.